Debido al costo financiero se vuelve a trabar la represa de Eurnekian
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El mayor proyecto asociado con Alemania es la Represa Neuquén, valorado en USD 2500 millones. Sin embargo, la inversión se suspende porque la tasa de interés no se puede modificar.
La mayor obra asociada a Alemania es la represa Chihuido en la provincia de Neuquén. El 30 de marzo se firmó una carta de intención durante la llegada de una delegación austríaca, poniendo fin oficialmente al proyecto que ha estado en suspenso durante años, según voceros de Eduardo Eurnekian.
Pero las señales no fueron muy buenas. Por la ausencia de Alberto y Massa, Santiago Cafiero quedó al frente de la empresa. Firmó el contrato en una rápida ceremonia junto al empresario y presidente de Voith Siemens, Toralf Haag, de quien se esperaba que aportara la ingeniería necesaria para poner en marcha el megaproyecto, cuyo valor se estima en al menos USD 2.500 millones.
Mientras se discutía la «letra chica» de la iniciativa, no se indicó en el documento que el financiamiento del proyecto sería proporcionado por el gobierno alemán. El tema de la «letra chica» no es menor, según el locutor. Implica las obligaciones del país de proporcionar garantías, los puntos de acceso a las acciones que pagan dividendos y la jurisdicción legal sobre cualquier posible disputa.
Es apropiado que Voith Hydro aporte los 600 millones de dólares estimados en obras de ingeniería. Para hacer esto, es necesario que Alemania financie el 85% del costo total del proyecto, o $1 mil millones.
Chihuido inicia un recorrido tortuoso, y no está claro por qué esta obra, que fue replanteada por Cristina Kirchner durante su segundo mandato y data de la década de 1970, nunca termina. Mientras peleaba con Eurnekian, Macri la derribó.
No está claro por qué la represión de Chihuido emprende un camino tan tortuoso; el macrismo lo engatusó porque era demasiado caro.
El proyecto se inició en la década de 1970. Pero volvió a arrancar en 2014, durante el segundo mandato de Cristina Kirchner. El consorcio que ganó la licitación está liderado por Helport, constructora de Eurnekian, junto con Panedile de Hugo Dragonetti, Chediack, Eleprint de Gustavo Weiss e Hidroeléctrica Ameghino.
En los proyectos energéticos de la región, Alemania pretende competir con China. Y como resultado, aumenta la presión de los alemanes para destruir la obra.
Pero ahora se ha añadido un nuevo escollo. El gobierno argentino sostiene que el aumento repentino de los costos financieros del proyecto al punto de ser «insostenible» se debió a la caída de las tasas de interés internacionales.
En particular, la propuesta alemana contempla una tasa Euribor de 3,98% más un 1,5% adicional y una prima de seguridad de casi 22% en dólares.
La historia reciente de Argentina muestra que los sobreenvíos y los costos adicionales que empujan una tasa de interés ya alta al límite y hacen que los costos de financiamiento de la economía local sean insostenibles no son nuevos. Al final, estamos hablando de la sanción del sistema financiero por advertir sobre posibles infracciones. Además, las tasas impositivas prohibitivas explican la incapacidad de las empresas nacionales para acceder a financiamiento externo.