Destacados: De la ciencia ficción a la realidad; cómo la inteligencia artificial, las experiencias invisibles y la computación cuántica están redefiniendo el mundo
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La tecnología ya no es una idea distante, ya está aquí y transforma nuestra vida cotidiana. En el centro de esta revolución, la inteligencia artificial y las llamadas experiencias invisibles están redefiniendo la manera en que interactuamos con el mundo.
Y, en el horizonte, la computación cuántica promete ser la próxima gran disrupción.
Pero, ¿cuál es el salto cualitativo que se espera en los próximos años?
La norma, no la excepción
Hoy, cada vez más empresas están adoptando la IA como una herramienta esencial para mantener su competitividad. Según PwC, el 45% de las organizaciones ya la integra en sus estrategias, y se espera que esta cifra alcance el 80% en los próximos tres años.
Lo interesante es que la IA no solo está presente en productos techie sino que está revolucionando industrias completas como la salud, las finanzas y la logística. En este sentido, la pregunta ya no es si una empresa usa IA, sino cómo la utiliza para crear valor real.
La clave está en aprovechar tecnologías como la IA generativa, los agentes autónomos y los sistemas predictivos para mejorar la experiencia de los usuarios y la eficiencia operativa.
Este cambio de paradigma no solo implica algoritmos más avanzados, sino que también marca una transformación en nuestra relación con la tecnología. Aquí cobran relevancia las experiencias invisibles, procesos diseñados para desaparecer en segundo plano, eliminando barreras, facilitando procesos sin fricción y permitiendo que la tecnología se integre de forma tan natural que parece desaparecer en el entorno.
La magia detrás de los procesos cotidianos
En un mundo cada vez más interconectado, las experiencias «invisibles» son la manera en que la tecnología se integra a nuestras vidas sin que siquiera lo notemos. Como decía Arthur C. Clarke: «Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.»
Un ejemplo claro de esta transformación es el desarrollo de taxis autónomos, donde la combinación de inteligencia artificial avanzada y conectividad 5G permite a los pasajeros simplemente ingresar su destino y disfrutar del trayecto sin intervención humana. Waymo, filial de Alphabet (Google), no solo ha expandido su colaboración con Uber para ofrecer servicios de robotaxis en algunas ciudades de Estados Unidos, sino que también opera Waymo One, su propio servicio de taxis sin conductor.
Por su parte, Zoox (adquirida por Amazon), está desarrollando un servicio similar, aunque aún en fase de pruebas, sin un lanzamiento comercial confirmado. En esta misma línea, Tesla ha anunciado el proyecto Cybercab, cuya producción podría comenzar antes de 2027, según declaraciones de la firma.
Este tipo de experiencias no solo simplifican la vida de las personas, sino que también generan un impacto emocional profundo, al tiempo que transforman la movilidad urbana y redefinen las expectativas de servicio en sectores clave como el transporte, el comercio y la hospitalidad.
Desde pagos o permisos de accesos que se activan a partir de datos biométricos, hasta asistentes predictivos y contenidos personalizados -basados en hábitos previos o intereses-, la evolución de estas experiencias está transformando no solo la manera en que nos movemos, sino también cómo compramos, trabajamos y nos relacionamos con la tecnología. Lo que antes parecía ciencia ficción hoy es una realidad cotidiana, marcando un cambio fundamental en la forma en que interactuamos con el mundo digital.
La próxima frontera de la innovación
Pero si bien la IA y las experiencias invisibles son el presente, la computación cuántica es el futuro que se acerca rápidamente. Aunque todavía en sus primeras etapas, esta tecnología promete un impacto significativo sectores clave como la biotecnología, el diseño de nuevos materiales y la optimización logística
A diferencia de la computación clásica, que procesa datos de forma secuencial, ésta aprovecha, entre otras cosas, los principios de la mecánica cuántica para realizar cálculos complejos de manera simultánea. Esto le permite resolver problemas extremadamente complejos y desafiantes que parecen insuperables. Según Statista, el mercado global de esta tecnología alcanzará los 8.600 millones de dólares para 2027, un salto significativo desde los 410 millones de dólares en 2020.
Sectores como el farmacéutico ya están explorando aplicaciones de la computación cuántica para acelerar el descubrimiento de medicamentos y optimizar los ensayos clínicos. No caben dudas de que, las empresas que lideren este campo estarán posicionadas con una ventaja estratégica en un futuro, cuando esta tecnología se convierta en una realidad comercial.
Tecnología al servicio de las personas
Estas innovaciones no solo están cambiando el panorama empresarial, sino también nuestra vida diaria. Las empresas ya no pueden simplemente adoptar estas nuevas herramientas, deben comprender cómo impactarán en su estrategia, sus operaciones y, lo más importante, en la experiencia del consumidor.
Para ello, las organizaciones deben apoyarse en expertos que actúen como arquitectos del cambio, guiando la transición hacia esta nueva era y ayudando a capitalizar las oportunidades emergentes.