Destacados: La Tierra es un enorme generador de energía; los científicos logran extraer electricidad de su rotación

El campo magnético de la Tierra podría permitir la captación de energía limpia de la rotación del planeta, según nuevos resultados experimentales que lo demuestran.
Los experimentos respaldan una controvertida propuesta para generar electricidad a partir de la rotación de nuestro planeta utilizando un dispositivo que interactúa con el campo magnético de la Tierra.
«Parece una locura», dice Chris Chyba, de la Universidad de Princeton, al hablar del cilindro magnético hueco que construyó para generar electricidad utilizando el campo magnético terrestre. El cilindro no se mueve, al menos no en el laboratorio, sino que gira con el planeta y, por lo tanto, es arrastrado por el campo magnético terrestre.
Científicos trabajan en la generación de electricidad a partir de la rotación de nuestro planeta utilizando un dispositivo que interactúa con el campo magnético de la Tierra.
«Tiene una presunción a máquina de movimiento perpetuo», dice Chyba, pero sus cálculos muestran que la energía obtenida proviene de la energía rotacional del planeta. Él y sus colegas informan que se generan 18 microvoltios (µV) a través del cilindro cuando se mantiene perpendicular al campo magnético terrestre. A continuación, tienen que convencer a otros científicos de que el efecto es real.
Energía limpia usando la propia rotación de la Tierra
El investigador Chyba se interesó en la generación de electricidad hace aproximadamente una década, mientras estudiaba un posible mecanismo de calentamiento en las lunas que se mueven a través del campo magnético de un planeta. Se preguntó si un efecto similar podría ocurrir en los objetos de la superficie terrestre.
A primera vista, parece imposible. Se puede calcular la fuerza magnética: los electrones de un objeto metálico ubicado en un laboratorio de Princeton, por ejemplo, se mueven a 350 metros por segundo a través del campo magnético local de 45 microteslas, lo que genera una fuerza por carga de aproximadamente 10 milinewtons por culombio.
Pero esos electrones se reorganizan rápidamente en la superficie del metal para crear un campo eléctrico de 10 milivoltios por metro que anula con precisión la fuerza magnética. Sin embargo, Chyba se dio cuenta de que podría haber situaciones en las que los electrones no pudieran organizarse en un patrón que anulara la fuerza magnética.
Una situación sin cancelación se da en un cilindro hueco de ferrita de manganeso-zinc. Este material es a la vez un escudo magnético y un conductor débil, dos propiedades esenciales para permitir que se acumule un pequeño voltaje en el cilindro cuando se coloca correctamente en el campo magnético terrestre. Al menos esa fue la idea que Chyba y Kevin Hand, del Laboratorio de Propulsión a Chorro de California, propusieron en 2016.
Poco después surgieron críticas a dicha propuesta, algunas basadas en argumentos teóricos, y otras en pruebas experimentales. Pero Chyba y Hand defendieron su propuesta con más teoría, ellos sabían que era necesaria una demostración experimental y comenzaron a trabajar en ellos.
Thomas Chyba, físico aplicado de Nuevo México (hermano de Chris Chyba, contribuyó a este esfuerzo. Los investigadores adquirieron un cilindro hueco de ferrita de manganeso-zinc de 30 cm de largo y 2 cm de ancho y lo orientaron norte-sur en un ángulo de 57° con respecto al suelo. Esta posición era perpendicular tanto al campo magnético terrestre como a la dirección de su movimiento de rotación, una disposición que, según predijeron los investigadores, proporcionaría el voltaje máximo.
Colocaron un electrodo en cada extremo del cilindro y registraron el voltaje. A modo de comparación, también tomaron medidas de voltaje con el cilindro girado 90° (orientación de voltaje cero) y 180° (orientación de voltaje invertido).
Resultados exitosos
Al interpretar los datos, el equipo tuvo que lidiar con un fenómeno dependiente de la temperatura llamado efecto Seebeck, que genera un pequeño voltaje cuando un material está más caliente en un extremo que en el otro. Los investigadores descubrieron que el efecto podría explicar parte del voltaje medido.
El campo magnético de la Tierra podría permitir la captación de energía de la rotación del planeta, según nuevos resultados experimentales.
Sin embargo, demostraron que existía una señal adicional de 18 µV que dependía de la orientación del cilindro. Esta señal no apareció cuando los investigadores probaron varios cilindros de control, incluyendo un cilindro sólido de ferrita de manganeso-zinc, para el cual su teoría no predecía ningún efecto. Concluyeron que este voltaje adicional se generaba por el movimiento a través del campo magnético terrestre.
Chyba afirma que el siguiente paso es que un equipo de investigación independiente intente reproducir los resultados. De confirmarse, imagina que la configuración podría optimizarse para la generación de energía. Especula que muchos componentes cilíndricos en miniatura podrían conectarse en serie para producir una cantidad útil de voltaje.
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Fuente: Meteored