Dos empresas presentaron ofertas para construir la línea de alta tensión Cruz de Piedra-Gran Mendoza
Se trata de Distrocuyo y Semisa Infraestructura. La obra aportará 1.000 megavatios de energía. Proyectada hace 40 años, comienza a concretarse ahora y tendrá una inversión de 20 millones de dólares.
El Gobierno de Mendoza abrió las ofertas técnicas para la puesta en marcha de la Línea de Alta Tensión Cruz de Piedra-Gran Mendoza. Se trata de una obra que incorporará 1.000 megavatios más del sistema argentino y que incrementa seguridad, calidad y confiabilidad del sistema, capitalizando la red de Alta Tensión (AT).
El acto de apertura estuvieron el ministro de Planificación e Infraestructura Pública, Mario Isgro, y la directora del Epre Andrea Salidas. También presenciaron la apertura de sobres, representantes de las empresas mencionadas.
“Un día muy importante en la gestión del gobernador Rodolfo Suarez. Esta obra de red eléctrica implica contar en el área metropolitana con la energía y potencia que permite seguir planificando el crecimiento de Mendoza”, expresó el ministro Mario Isgro después del acto.
Proyectada hace más de 40 años, la construcción de la Línea de Alta Tensión Cruz de Piedra-Gran Mendoza es fundamental para el futuro energético de Mendoza y del país: hoy el sistema eléctrico provincial tiene instalados 1.500 megavatios de potencia total y esta línea casi duplicará la capacidad, lo que dará seguridad eléctrica frente a fallas del sistema de generación.
Los oferentes, Distrocuyo S.A. y Semisa Infraestructura S.A., presentaron la documentación que será controlada a fin de pasar a abrir los sobre con oferta económica el 14 de marzo.
La obra energética más importante del Gran Mendoza
La ejecución del proyecto fue anunciada por el Gobernador Rodolfo Suarez a finales de octubre de 2021, cuando se pusieron en marcha todos los detalles técnicos y económicos para su concreción.
El Gobernador detalló que es una obra fundamental para Mendoza y Argentina, ya que se vincula el sistema eléctrico Cuyo (Cruz de Piedra) con el sistema nacional y es un paso más hacia una transición energética que garantice abastecimiento para todos, menos fallas y menos contaminación.
El objetivo es reemplazar combustibles líquidos y gas por electricidad producida de forma limpia, renovable y no contaminante. Además, esta obra cubrirá la demanda creciente durante picos de verano e invierno e incrementará la seguridad, calidad y confiabilidad de un sistema que se encuentra en riesgo de colapso desde hace tiempo.