Las distribuidoras piden subas de 31% a 34% en las facturas residenciales pero el ENRE afirma que si se le agrega la diferencia de ingresos no percibidos por el congelamiento, el ajuste llegaría a entre 81% y 157%.

Las tarifas de electricidad siguen en conflicto entre el Gobierno y las 2 grandes prestadores del AMBA, a una semana de que se realice la audiencia pública en la que se tratará un aumento de «transición».

Las compañías desconocieron esas cifras y ratifican que propusieron nuevos cuadros tarifarios con incrementos de 28% promedio en el caso de Edenor (que llega a 31% para los usuarios residenciales) y de 45% promedio para Edesur (34% en los hogares). Ademas aseguran que el ENRE se equivoca en su diagnóstico de cuál sería el aumento que necesitan para actualizarse.

Las firmas exigen cobrar también ingresos no percibidos entre el 1 de agosto de 2019 y el 31 de marzo de 2021 por el congelamiento de las tarifas que se extendió durante 20 meses.

En la práctica, la interventora del ENRE María Soledad Manin y que ejecuta las ideas del Instituto Patria, desconoce los llamados «ingresos no percibidos».» Las empresas se niegan a levantar sus reclamos por esta diferencia» afirmó Federico Basualdo. Estos derechos son los que eventualmente los privados podrían usar como carta en juicios internacionales contra el Estado de la Argentina dentro de unos años.

De acuerdo a lo que explicaron fuentes del ENRE, la actualización del Valor Agregado de Distribución (VAD o margen de ingresos de la empresa descontando la compra de energía) arroja para Edesur un total requerido de $ 54.000 millones, ya que según la información oficial pidió un ajuste en el VAD de 253%.

Con todo, las facturas deberían aumentarse en promedio un 81% para hacer frente a todo lo que requiere la empresa, si se le acepta la propuesta.

Edesur calculó que el Estado le debe $ 22.160 millones por el congelamiento de las tarifas y proyectó que en este 2021 tendrá un desequilibrio financiero de $ 34.260 millones.

En cambio Edenor, reclamó una suba en el VAD (su margen) de 109%, para un total de $ 61.000 millones, de acuerdo con el ENRE. Y estimó un déficit de flujo de fondos de $ 20.142 millones para todo el año y presupuesto ingresos no percibidos por $ 38.477 millones.

Los rojos financieros de las empresas serían cubiertos a través de las tarifas o subsidios.

El Gobierno solamente garantizará los fondos para Operación y Mantenimiento (salarios e inversiones prioritarias para que no decaiga la calidad del servicio y que no crezca la duración y la frecuencia de los cortes de luz), mas no la rentabilidad y los gastos financieros.

La audiencia pública para la distribución metropolitana se realizará el próximo martes 30 desde las 8. La parte “mayorista” de la energía quedará congelada, por lo que el Tesoro tendrá que destinar más subsidios. Las boletas finales tendrían un incremento de 9% proponen desde el gobierno, para que mejore el poder de compra de los salarios.

Las distribuidoras deben a Cammesa unos $ 155.000 millones, al tiempo que la Secretaría de Energía instrumenta el proceso para la moratoria y el plan de pagos sancionado en el Presupuesto.

«En los últimos seis meses, Edesur ha pagado en promedio solamente el 55% de la energía que ha comprado», describieron en el Frente de Todos. Pero en la empresa afirman que vienen pagando el 75%. Las deudas al 28 de febrero de este año de Edenor son de  $ 20.354 millones, mientras que Edesur unos $ 23.946 millones a Cammesa.

Según el oficialismo este endeudamiento con Cammesa les permitió mejorar el «VAD efectivamente disponible» en un 58% a Edenor y en un 124% a Edesur, en relación a lo que «habría correspondido si hubieran pagado el 100% de la energía».

Mientras las tarifas metropolitanas están en discusión, por ser de interes nacional, en otras provincias como Cordoba (EPEC), Santa Fe (EPE), Mendoza (Edemsa), Rio Negro (Edersa), Slta (Edesa) entre varias mas. Los aumentos en dichas provincias alcanzan hasta un por su cuenta en ajustes que llegan hasta un 37%