El mundo ante el gran desafío de llegar al carbono cero
Para llegar a ese objetivo en 2050 como se planteó en El Acuerdo de París se debe acelerar. Las empresas buscan la neutralidad y miden la huella en sus productos y servicios como un nuevo criterio para hacer negocios.
La palabra carbono parece ser casi un insulto por estos días o al menos algo ofensivo o que hay que suprimir. La descarbonización, la disminución de las emisiones netas de dióxido de carbono producto de los procesos industriales y de las actividades económicas, está en marcha.
Reducir a la mitad las emisiones GEI para 2030 y llegar al cero neto para 2050 son las premisas principales del acuerdo firmado en la ciudad del amor. Las empresas van descubriendo modos alternativos de operar, innovan, encuentran nuevos proveedores para encarar nuevos negocios.
Limitar el calentamiento global a 1,5°C de eso se trata la emisión de cero carbono.Obviamente esto conlleva una labor encomiable, dicho sea de paso según un informe de PwC, se necesita incrementar 5 veces el ritmo de descarbonización anual, una tasa de 11,7% y en 2020 apenas se llegó a un 2,4%.
Estos 10 años serán decisivos y el crecimiento económico sustentable parece el único camino posible. Pero requiere una transformación potencial total que afecta a todas las áreas del negocio.