Información sobre la seguridad de las presas en la región fue revelada por el ingeniero Gustavo Rodríguez, responsable administrativo regional Cuyo del Centro de Organismo Regulador de Seguridad de Presas (ORSEP).

En cargada de supervisar el mantenimiento y monitoreo de estas estructuras, Rodríguez explicó que durante los últimos 25 años, el ORSEP ha trabajado con meticulosidad para garantizar la seguridad de las mismas.

“Nosotros en realidad fiscalizamos el mantenimiento y el monitoreo, pero eso se encargan las concesionarias y nosotros fiscalizamos o inspeccionamos lo que ellos hacen”, explicó el experto.

La vigilancia constante ha sido necesaria debido a la reciente actividad sísmica en la zona, que ha registrado seis temblores en la noche del domingo. Rodríguez enfatizó que “las presas tienen instrumentos que registran los sismos, a su vez tienen instrumentos que registran los efectos del sismo”, pero subrayó que “las presas que nos ocupan no estaban dentro del radio de infección de los temblores recientes”, no obstante, “hay revisiones periódicas que se hacen para ver cómo corresponden a esto”.

El ingeniero también discutió la vida útil de una presa es de 50 años, aunque hay registros de presas con casi 2.000 años de antigüedad en Europa. También abordó la larga vida de las presas, añadiendo ejemplos como la Presa de El Nihuil, inaugurada en 1947.

Sin embargo, advirtió que «hay que hacer inversiones en mantenimiento y obras que son necesarias para tener presa por mucho tiempo». La pasivación del hierro en las estructuras de hormigón armado es uno de los elementos clave del mantenimiento, explicó Rodríguez, mencionando que “hay métodos para pasivar la armadura que evitan que se siga oxidando y se degrade”.

Sin embargo, destacó la importancia de monitorear los avances en la ingeniería sísmica y la importancia de modificar los criterios de seguridad debido a esto.

Por otro lado, Rodríguez expresó su orgullo por el esfuerzo del equipo y agradeció el reciente reconocimiento del ORSEP por parte del Concejo Deliberante local. Sin embargo, reflexionaron sobre el bajo perfil corporal y observaron que si fueran más visibles y surgiera algún problema, el impacto mediático sería negativo.

Ante la intensa preocupación sobre la seguridad de las presas en la región, es evidente que las autoridades competentes deben intervenir proactivamente y con constante vigilancia. Las comunidades que dependen de estas estructuras esenciales no pueden ver comprometida su seguridad.