Enel apura la venta de su negocio local de generación de energía
El holding italiano negocia con cuatro interesados la salida de ese segmento, mientras posterga su desinversión en Edesur para mediados del año próximo.
Si bien la atención se la lleva el futuro de Edesur, es más que probable que el grupo Enel venda en Argentina primero su negocio de generación de energía que las operaciones de su distribuidora de electricidad.
Ambas líneas de negocios forman parte del plan de desinversión que puso en marcha la casa matriz del holding italiano para la Argentina y que también involucra a Compañía de Transporte del Mercosur (CTM); Transportadora de Energía (TESA) y YACYLEC, que también se encargan de la operación y el mantenimiento de las líneas de transmisión que tienen una longitud de casi 500 kilómetros y poseen una tensión de 500 kV.
En lo que respecta a generación, Enel posee tres plantas que funcionan como generadoras de energía y que aportan su producto al sistema interconectado nacional. Se trata de Enel Generación Costanera (ex Central Costanera) que está situada en la Ciudad de Buenos Aires, que se ha posicionado como la planta de generación térmica más importante de Sudamérica y que posee 11 unidades generadoras -de ciclos convencionales y combinados- con 2.324 MW de capacidad instalada.
También, Enel Generación El Chocón (ex Hidroeléctrica El Chocón) que genera energía eléctrica mediante el aprovechamiento hidráulico del desnivel del curso del río Limay, en la provincia de Neuquén, que tiene una capacidad instalada total de 1.328MW y comprende las centrales de El Chocón, con una potencia instalada de 1.200 MW –formada por seis generadores de 200 MW de capacidad cada uno- y Arroyito con una capacidad instalada de 128 MW –formada por tres generadores de 42.6 MW de capacidad cada uno. Este complejo representa una capacidad de generación media anual de 3.600 GWh, lo que equivale aproximadamente al 3,2% de la generación del Sistema Argentino de Interconexión (SADI) según los valores registrados en 2010. A estas dos empresas se suma la Central Dock Sud, empresa de generación y comercialización en bloque de energía eléctrica instalada en la localidad de Dock Sud, Avellaneda, en la provincia de Buenos Aires, en la cual el Grupo Enel posee el 40 % de participación accionaria.
Cuatro propuestas
Hasta el momento, los dueños de Edesur recibieron cuatro propuestas por este negocio, una de parte de José Luis Manzano que habría quedado en la nada; otra de la familia Bemberg, ex dueños de la cerveza Quilmes, de un grupo chino y de otro grupo de origen extranjero del cual no trascendió el nombre.
Y si bien tampoco hay evidencias sobre el monto de las ofertas, en el grupo estiman que la salida de Argentina y Perú anunciada hace ya un par de semanas podría alcanzar hasta un 40% del total que planea dejar de operar Enel a nivel global que asciende a poco más de u$s21.000 millones. Es decir, le reportarían ingresos por hasta u$s8.800 millones y una reducción de su deuda neta total de u$s7.000 millones. La salida de Argentina y Perú también implicará un impacto negativo de u$s1.500 millones en Ebitda en 2025 y de u$s7.100 millones en la deuda neta en los próximos tres años.
En cuanto a la familia Bemberg, tienen un tercio de las acciones de Central Puerto, la mayor generadora eléctrica de Buenos Aires, y son dueños de Hidroeléctrica Piedra del Águila en la provincia de Neuquén.
Tienen también relación con Enel ya que son titulares de acciones de Distrilec, la sociedad que controla el 57% de Edesur y en la cual el grupo italiano posee el 72% del capital. El resto de ese paquete accionario se distribuye entre los Bemberg y las familias Reca; Escasany y Caputo que juntos operan la empresa Sadesa.
A su vez, esta sociedad es propietaria de Central Puerto, una de las mayores generadoras de energía del país que podría ver incrementado su poder económico si logra quedarse con las centrales de Enel en Costanera y Dock Sud.
Los Bemberg ocupan además el puesto número 43 entre los 50 argentinos más ricos, con una fortuna que se inicia con la cervecería Quilmes que vendió en 2006 a capitales brasileños. Y son además dueños de citrícola San Miguel, una de las mayores exportadoras del país de cítricos del país, y del grupo Peñaflor-Trapiche, la mayor exportadora de vinos de la Argentina.
El caso de Edesur
En lo que respecta a la mayor distribuidora de electricidad de la Argentina, con más de 2,5 millones de clientes, el proceso de venta será más complicado. De hecho, Enel recién en marzo del año próximo iniciará el proceso de selección del candidato.
Antes, deberá elegir el banco de inversión al que le otorgará el mandato de venta de Edesur que puede o no ser el mismo que salió a ofrecer el negocio de transporte del holding europeo.
Se trata de la mayor distribuidora de electricidad del país, que ofrece sus servicios a cerca de 2,5 millones de clientes, llegando a más de dos millones de hogares y abasteciendo a comercios y a grandes empresas en un área de concesión de 3.300 km2 que abarca la zona sur de Capital Federal y 12 partidos de la provincia de Buenos Aires.
En este sentido, también jugará un rol fundamental el partido político que, en el momento de la operación se encuentre en el poder en Argentina.
Aprobación del Poder Ejecutivo
Sea el presidente Alberto Fernández si consigue ser reelecto; la rama kirchnerista del Frente de Todos o un presidente que surja del opositor Cambiembos, el traspado de activos en distribución necesita de la aprobación del Poder Ejecutivo nacional.
Así pasó con Edenor, cuando Marcelo Mindlin decidió poner en venta la compañía y se la cedió a una sociedad controlada por José Luis Manzano; Mauricio Filiberti y Daniel Vila, todos con buena relación con coalición de gobierno y, en especial, con el ministro de Economía, Sergio Massa.
De ese modo, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), les conceda luz verde para la compra del control de la distribuidora en el 2021.
Otro factor clave para el éxito o fracaso de esta venta será el marco regulatorio para el sector y el esquema tarifario que lleve a cabo el gobierno de ese momento. Dos condimentos necesarios para cualquier inversor local o internacional que también analizan las variables legales y la estabilidad de las normas de juego a la hora de enterrar fondos en cualquier negocio local.
Enel y una relación conflictiva con el Kirchnerismo
En este sentido, la relación de Enel con la administración del kirchnerismo y del Frente de Todos siempre fue conflictiva. En especial porque todos los presidentes surgidos de esta ala política mantuvieron frenadas las tarifas a partir de doctrinas populistas que llevaron a la distribuidora a una situación casi terminal, con la necesidad de recibir fondos de su dueño para poder sobrevivir.
Ni siquiera los últimos anuncios sobre incrementos en los precios de las facturas y de la segmentación tarifaria lograron cambiar esa ruinosa ecuación ya que los mayores ingresos que ambas medidas suponen no irán a parar a las arcas de la distribuidora sino a reducir el nivel de subsidios que el Estado gasta para sostener tarifas que, en algunos casos, no alcanzan ni para comprar una pizza.
De hecho, el llamado Valor Agregado de Distribución (VAD), el margen que se le reconoce a las distribuidoras en el precio que pagan los consumidores finales, no fue modificado por las últimas medidas y tampoco lo será en el 2023.
Este escenario forma parte de las razones de esta desinversión que se resumen en un combo formado por el cansancio de Enel por tener que batallar de manera permanente con regulaciones cambiantes y con la inestabilidad de la economía del país, junto con una estrategia global adoptada por la casa matriz para concentrarse en los mercados más rentables como son Italia; España; Estados Unidos; Brasil; Chile y Colombia.
Por ejemplo, con el foco puesto en la digitalización de su red eléctrica, Enel Américas anunció su plan estratégico 2023-25 para Latinoamérica, el cual dispondrá de u$s5.000 millones para Brasil, Colombia y Centroamérica.
De esta cifra, u$s2.500 millones serán enfocados en la digitalización de la red eléctrica (grids) en los países en que opera, con el fin de avanzar en su plan carbono neutral a 2040.
Fuente: iprofesional