Hombre creó un generador de energía hogareño y lo registra como dominio público
Uno de sus propósitos es combatir la pobreza energética y evitar que la gente más humilde “tenga que pagar el alto precio de la luz que ponen las empresas”. El hombre lo registró como dominio público.
Juan Luis Fernández Garrido es un inventor de 76 años que lleva toda la vida cultivando su pasión por los aparatos electromagnéticos de forma autodidacta. Su objetivo es donar su creación más importante para que sea de dominio público: se trata de un generador de energía para obtener electricidad sin depender de ninguna compañía.
Su historia llegó lejos en las redes y provoca a la factura de la luz en España, de precios irrisorios para muchas familias y pequeñas empresas, y sobre la posibilidad de la energía libre y las fórmulas alternativas para obtenerla.
Su bagaje y curiosidad le permitieron explorar los engranajes detrás de los mecanismos que hacen rodar las comodidades de nuestra vida cotidiana. También estudió física y química en su casa: su primer invento lo creó con 9 años. Se trata de unas gafas submarinas vulcanizadas de caucho perfectamente adaptadas a su fisionomía. Después llegaron otros inventos, todos ellos centrados en mejorar el bienestar humano y no en obtener rédito económico. Luego al cumplir la mayoría de edad creó un reloj despertador que funciona con una pequeña bobina y un imán.
Juan Luis Fernández Garrido comenzó a construir su generador de energía en 1996 y lo acabó hace 3 años. Tal y como explica, su funcionamiento es realmente sencillo. “Trabaja con simpatía, libre y sin estar enchufada a ninguna fuente de energía” El dispositivo cuenta con un áncora magnética que con una longitud de onda exacta de carga magnética consigue que se mueva una rueda, la cual genera electricidad de 8 amperios.
“En mi casa yo no estoy enganchado a la luz con ninguna compañía”. También destaca que otros vecinos lo han usado para tener luz en casa o ante un problema eléctrico. Otra de sus ventajas es que cuenta con una batería para cargarse y poder seguir utilizando su electricidad.
No entiende los elevados precios de las eléctricas, lamenta no haber tenido ningún apoyo por parte de las administraciones, y quiere donar de forma altruista su invento para que cualquiera que lo necesite pueda gozar del mismo. “Generar energía es muy barato, pero las grandes multinacionales ponen el precio que quieren”, protesta.