Home office y cómo lidiar con el aumento en la factura de luz
El teletrabajo llegó para quedarse como una nueva modalidad pero ¿Cómo optimizar los gastos cuando la oficina está en casa?
Empresas que antes ni siquiera tenían contemplado un día de trabajo remoto en su estructura semanal, hoy continúan bajo la modalidad de teletrabajo que la cuarentena obligatoria impuso en marzo de 2020.
Trabajar desde la comodidad del hogar puede tener múltiples beneficios pero existe un factor que podría convertirse en una desventaja: el aumento del consumo de electricidad.
En promedio, una casa Argentina consume entre 150 y 300 kWh por mes. Pero, además de tener en cuenta el teletrabajo, este número puede variar dependiendo de distintos factores como estaciones del año, superficie de la casa, cuántas personas conviven y cantidad de artefactos.
Desde la Cámara de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas (CADIEEL) recomiendan una serie de hábitos para que el consumo de electricidad se haga de manera racional, aún cuando la oficina se encuentre en el hogar.
Primero es importante revisar los pequeños electrodomésticos que quedan en modo stand by, ya que este tipo de consumo representa el 15% del gasto eléctrico por hogar. Por eso, apagar los televisores y los equipos con información en ventanas digitales (displays) cuando no se utilizan resulta clave.
Esta sugerencia se suma a la habitual de poner el termostato del aire acondicionado en 24 grados centígrados en verano y en 20 grados en invierno; así como aislar los ambientes y usarlo solo lo necesario. Y, además, al menos cada seis meses es fundamental limpiar los filtros del equipo.
Desde la entidad también aseguran que la reducción en el consumo de energía eléctrica por iluminación equivale a ahorros importantes en la factura de la electricidad. Para esto, la instalación de lámparas LED es esencial.
Entre sus mayores beneficios, se encuentra el factor ecológico: tienen una vida útil de entre 20.000 y 50.000 horas; a diferencia de las lámparas convencionales que duran hasta 2.000 horas.
Ahora bien, es importante mantener las lámparas LED limpias ya que cuando están sucias o en mal estado, pierden hasta un 50% de luminosidad. Y, en lo posible, utilizar sensores de movimiento o temporizadores para espacios comunes también ayuda al ahorro de energía.
A la hora de elegir el tipo de iluminación, no hay que dejar de analizar las necesidades de luz en cada una de las partes de la casa, ya que no todos los espacios requieren la misma luz, ni durante el mismo tiempo, ni con la misma intensidad. Es decir, tener conciencia de cómo está distribuida la iluminación, siempre con el objetivo del ahorro del consumo.
Adicionalmente, recomienda aprovechar las horas de luz natural con el propósito de dejar las luces apagadas el mayor tiempo posible no solamente impacta en la factura de luz sino también en el ánimo para trabajar.
Para finalizar, desde el ENRE desarrollaron una calculadora de consumo eléctrico en kWh con el objetivo de que las personas puedan tener una visión más clara de la electricidad que consumen en el hogar y así modificar hábitos para reducirla. Para esto es necesario seleccionar qué electrodomésticos se utilizan y cuántas horas y días por semana.