Informes – Para la AIE se avecina una nueva era para la energía nuclear
El informe elaborado por la Agencia Internacional de Energía titulado, «El camino hacia una nueva era para la energía nuclear», muestra el nuevo impulso que está adquiriendo este sector en cuanto a nuevas políticas, proyectos, inversiones y avances tecnológicos, como los reactores modulares pequeños (SMR).
“Hoy está claro que el fuerte regreso de la energía nuclear que la AIE predijo hace varios años está en marcha, y se prevé que la energía nuclear genere un nivel récord de electricidad en 2025”, afirmó el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol .
“Además, -agregó- se están construyendo más de 70 gigavatios de nueva capacidad nuclear a nivel mundial, uno de los niveles más altos de los últimos 30 años, y más de 40 países de todo el mundo tienen planes para ampliar el papel de la energía nuclear en sus sistemas energéticos. Los SMR, en particular, ofrecen un potencial de crecimiento apasionante. Sin embargo, los gobiernos y la industria aún deben superar algunos obstáculos importantes en el camino hacia una nueva era para la energía nuclear, empezando por la entrega de nuevos proyectos a tiempo y dentro del presupuesto, pero también en términos de financiación y cadenas de suministro”.
La energía nuclear es la segunda fuente de electricidad con bajas emisiones del mundo después de la hidroeléctrica, y produce hoy poco menos del 10% del suministro eléctrico mundial.
El uso creciente de la electricidad (para alimentar todo, desde la industria y el aire acondicionado hasta los vehículos eléctricos y los centros de datos, en medio del auge de la inteligencia artificial) está acelerando el crecimiento de la demanda de energía, que se prevé que aumente seis veces más rápido que el consumo total de energía en las próximas décadas, según las políticas actuales.
Se necesitará nueva capacidad de generación a partir de una variedad de tecnologías para seguir el ritmo del rápido crecimiento de la demanda, incluidas las que pueden proporcionar una producción firme y flexible, como la nuclear.
Mientras tanto, la AIE sostiene que el mapa mundial de la energía nuclear está cambiando: la mayoría de los proyectos en construcción se encuentran en China, que está en camino de superar a Estados Unidos y Europa en capacidad nuclear instalada para 2030.
Rusia también es un actor importante en el panorama de la tecnología nuclear: de los 52 reactores que se han comenzado a construir en todo el mundo desde 2017, 25 son de diseño chino y otros 23 de diseño ruso. De manera similar, el informe muestra cómo la producción y el enriquecimiento de uranio, el combustible que se utiliza en los reactores nucleares, están altamente concentrados.
“Hoy en día, más del 99% de la capacidad de enriquecimiento se concentra en cuatro países proveedores, y Rusia representa el 40% de la capacidad mundial, la mayor proporción”, afirmó el Birol.
“Los mercados altamente concentrados de tecnologías nucleares, así como de producción y enriquecimiento de uranio, representan un factor de riesgo para el futuro y subrayan la necesidad de una mayor diversidad en las cadenas de suministro”, añadió.
El informe destaca cómo la introducción de los SMR podría conducir a menores costes de financiación. Con el apoyo adecuado, las instalaciones de SMR podrían alcanzar los 80 GW en 2040, lo que representaría el 10% de la capacidad nuclear global. Sin embargo, el éxito de la tecnología y la velocidad de su adopción dependerán de la capacidad de la industria para reducir los costes en 2040 a un nivel similar al de los proyectos hidroeléctricos y eólicos marinos a gran escala.
La nueva era de la energía nuclear exigirá una gran inversión. En un escenario de rápido crecimiento de la energía nuclear, la inversión anual tendría que duplicarse hasta alcanzar los 120.000 millones de dólares en 2030.
El trabajo remarca que el sector privado considera cada vez más la energía nuclear como una fuente de energía en la que se puede invertir, con la promesa de una energía limpia, competitiva y sólida que pueda dar servicio a operaciones de alto consumo energético.