Estados Unidos se ha vuelto en uno de los mejores países en la producción de energía solar, beneficiándose a económicamente

Con 67 nuevas instalaciones en funcionamiento y 48 en construcción, la industria solar de Estados Unidos experimenta un renacimiento histórico impulsado por políticas federales y una inversión de $36.000 millones, generando 44.000 empleos y consolidando al país como líder en la transición energética global.

El resurgimiento de una industria estratégica

La industria solar de Estados Unidos ha experimentado una transformación radical desde 2022, posicionándose como el tercer productor mundial de paneles fotovoltaicos. Este renacimiento se materializa en 67 nuevas instalaciones de fabricación solar y almacenamiento ya operativas, mientras otras 48 se encuentran en construcción. El éxito se debe principalmente a políticas que han permitido inversiones por $36.000 millones, generando más de 44.000 empleos de alta calidad en el sector manufacturero.

La expansión no se limita a los paneles solares, Estados Unidos está desarrollando una cadena de suministro completa que incluye la fabricación de componentes críticos como inversores, estructuras de montaje y seguidores solares. Estados como Georgia, Texas y Carolina del Sur lideran esta revolución industrial, con nuevas fábricas que abarcan extensos territorios y satisfacen gran parte de la demanda interna.

Una energía única

El desarrollo de la industria solar de Estados Unidos va más allá de la simple fabricación de paneles. La producción de células solares ha resurgido con fuerza, con instalaciones como la reapertura de Suniva en Georgia y nuevas plantas en Carolina del Sur e Indiana que añadirán una capacidad de 12 gigavatios (GW) a corto plazo, con 34 GW adicionales ya anunciados.

Empresas como QCells y REC Silicon están realizando inversiones estratégicas en nuevas plantas, consolidando así una cadena de suministro completamente integrada en territorio estadounidense.

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Fuente: Diario Uno