Internacionales: Marina Serrano; “El desarrollo de las redes eléctricas requiere más certidumbre fiscal y agilidad regulatoria”
El sector eléctrico español enfrenta retos para financiar las redes necesarias en la transición energética, según la presidenta de AELEC. La falta de definiciones en la fiscalidad para el 2024 y un modelo que impide tomar decisiones rápidas a las eléctricas amenazan la competitividad de España.
La transición energética en España depende de la inversión en redes eléctricas, pero las dificultades en el modelo regulatorio y la incertidumbre fiscal están generando tensiones en el sector.
Marina Serrano, presidenta de Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (aelec), “es imprescindible que la política fiscal dé certidumbre. Los inversores necesitan un marco estable; no se puede estar a fines de diciembre sin saber qué pasará el 1 de enero”.
En diálogo con Energía Estratégica España, la referente señala que este clima de inseguridad amenaza la atracción de capitales en un entorno donde países como Alemania y Francia están aprobando ambiciosos planes de inversión en redes.
Gravamen a las eléctricas
Aunque el pasado jueves el Congreso votó en contra de mantener esta carga fiscal, el oficialismo insiste en su importancia para sostener ingresos esenciales en un contexto de transición energética y recuperación económica y manifiesta su prórroga.
La presidenta de AELEC, sostiene que esta medida está mal diseñada y afecta directamente la competitividad de las empresas eléctricas españolas.
“El gravamen no se ajusta al reglamento europeo, que excluye a las eléctricas y se centra en combustibles fósiles. Además, se impone sobre las ventas y no sobre los beneficios, lo que agrava la desventaja frente a compañías europeas que no tienen que asumir esta carga”, explica Serrano.
El Gobierno argumenta que el gravamen es necesario para garantizar la sostenibilidad financiera del sistema, destacando que en 2023 este impuesto generó ingresos cercanos a los 1.500 millones de euros.
Hacienda ha introducido cambios en los modelos tributarios, como la presentación trimestral de declaraciones, buscando mayor control y eficiencia en la recaudación.
Sin embargo, Serrano advierte: “Los inversores necesitan claridad. No es viable para un sector tan estratégico operar bajo condiciones de inestabilidad normativa”.
Subraya que la fiscalidad debe penalizar actividades emisoras e incentivar aquellas alineadas con la transición energética y remarca que “este gravamen no cumple con ese propósito y frena las inversiones necesarias para la descarbonización”.
Además, enfatiza que este tipo de medidas colocan a las empresas españolas en desventaja competitiva frente a sus pares europeos.
Un modelo regulatorio que limita las inversiones
En España, la inversión en redes es una actividad regulada, lo que implica que las empresas no pueden actuar libremente.
“Para invertir, las compañías deben presentar planes a la CNMC, al Ministerio y a las comunidades autónomas, que luego deben ser aprobados, limitando la agilidad en un momento en que la demanda eléctrica está creciendo de forma exponencial”, manifiesta Serrano.
De esta manera, confirma que existen 30,7 GW en solicitudes de acceso solo en las redes de distribución, principalmente de centros de datos, puntos de recarga rápida y sectores industriales que buscan descarbonizarse.
Esto demuestra la urgencia de flexibilizar estos mecanismos de inversión para incluir nuevas demandas.
Además, la directiva señala la importancia de las inversiones anticipatorias: “No podemos esperar a que lleguen las peticiones. Las redes deben estar preparadas de antemano para soportar la carga que se proyecta”.
Las prioridades del 2025: marco regulatorio e inversiones clave
De cara al 2025, AELEC enfrenta un año decisivo para consolidar el marco regulatorio y avanzar en las inversiones necesarias para modernizar las redes eléctricas. Además de la aprobación de la tasa de retribución financiera (TRF) y la metodología aplicable a las inversiones, Serrano menciona una lista clara de prioridades de inversión:
- Ampliación de la capacidad de las redes de distribución: Se espera atender las demandas de nuevos sectores como centros de datos, puntos de recarga rápida y procesos industriales que buscan descarbonizarse.
- Actualmente, un tercio de las solicitudes de acceso a las redes no pueden ser atendidas debido a la falta de capacidad.
- Inversiones en digitalización: Las redes deben evolucionar hacia un modelo inteligente que permita la gestión flexible de la energía distribuida, el almacenamiento y el autoconsumo. “La digitalización es imprescindible para maximizar el uso de las infraestructuras existentes y garantizar la integración de nuevas fuentes de generación y demanda”, explica Serrano.
- Desarrollo de inversiones anticipatorias: Estas medidas, impulsadas también por la Comisión Europea, buscan que las redes estén preparadas para futuras demandas, como la electrificación intensiva de polígonos industriales o la instalación de infraestructura para vehículos eléctricos. “No podemos esperar a que lleguen las solicitudes; debemos adelantarnos a las necesidades”, afirma.
- Modernización y robustez de las redes: Además de ampliar la capacidad, las inversiones se destinarán a reforzar la infraestructura existente para hacerla más resiliente y eficiente. Esto incluye mejoras en los nodos clave del sistema y en la conexión con las redes de transporte.
Serrano también resalta la importancia de que el regulador y el Gobierno adopten medidas que eliminen las barreras actuales a la inversión. En particular, insiste en la necesidad de revisar el límite de inversión vinculado al PIB y de establecer condiciones de retribución que sean competitivas a nivel europeo. “Es fundamental garantizar un retorno adecuado para atraer el capital necesario y no quedar rezagados frente a otros países como Alemania o Francia”, advierte.
En cuanto al marco regulatorio, AELEC priorizará el diálogo con la CNMC y el Ministerio para explicar las necesidades del sector y garantizar que las nuevas normativas faciliten la electrificación de la economía. Además, la asociación aboga por la implementación de concursos de demanda y el fomento de contratos a largo plazo (PPAs) que brinden estabilidad a los precios para los consumidores.
Para Serrano, el 2025 representa una oportunidad única para establecer las bases de un sistema eléctrico robusto y sostenible. “La transición energética en España depende de que este año se adopten medidas que permitan desbloquear inversiones en redes. Cuanto más demanda se conecte, mejor estarán utilizadas las infraestructuras, y los costes se repartirán entre más usuarios, beneficiando al conjunto del sistema”, concluye.
Con un entorno internacional que avanza hacia inversiones masivas en redes, España debe actuar con rapidez para garantizar que las condiciones regulatorias y fiscales no sean un freno a la transición energética.
Balance e hitos del 2024
El balance de Marina Serrano, sobre el 2024 refleja un año de avances relevantes en el sector eléctrico, aunque persisten desafíos clave. Entre los logros, destaca la aprobación del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) actualizado, que fija metas ambiciosas para alcanzar un 81% de generación eléctrica a partir de renovables para 2030.
“Este PNIEC incorpora elementos que consideramos esenciales, como la electrificación de la demanda, fijada en un 34% del consumo total, y avances en almacenamiento, bombas de calor y descarbonización de la industria”, resalta Serrano.
Otro hito significativo ha sido la publicación de la Circular de Acceso y Conexión de la Demanda por parte de la CNMC, que establece un marco normativo para atender las crecientes solicitudes de conexión a las redes.
La importancia de esta normativa radica, principalmente, en que introduce conceptos clave como la capacidad flexible y medidas de transparencia en la gestión de las redes.
“Es un paso fundamental para modernizar las infraestructuras eléctricas y facilitar el equilibrio entre oferta y demanda”, señala la directiva.
En cuanto al lanzamiento a consulta pública del mercado de capacidad, Serrano la valora como un avance estructural que permitirá garantizar la seguridad del suministro y fomentar el almacenamiento en un sistema dominado por energías renovables.
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Fuente: Energía Estratégica