La Nación no resigna la energía de los Nihuiles y pone un veedor para la transición
El Gobierno nacional se sumó a la prórroga del contrato de Los Nihuiles que había hecho Mendoza. Lo hace como «dueña» de la energía. ENARSA será quien supervise el proceso de un año.
El río Atuel es uno de los más importantes de Mendoza por lo que genera a su alrededor: riego, energía, turismo y, también, controversias por esa riqueza. Una de ellas tiene que ver con la generación hidroeléctrica, pues los activos son provinciales, pero la Nación toma como propia la energía y por eso el Ejecutivo liderado por Javier Milei nombró a la empresa ENARSA como «veedora» en el período de transición que se inició en los Nihuiles, el sistema de diques y centrales que están sobre el Atuel.
El 1 de junio venció la concesión de las represas, que está en manos de la empresa Pampa Energía. La Provincia, como dueña de los activos, hizo uso de la prórroga por un año que estaba prevista en el contrato. Ahora la Nación hizo lo mismo y declaró el estado de transición de la concesión para «preservar la seguridad de las personas y los bienes ubicados en la Cuenca».
El secretario de Energía firmó la prórroga por un año de la concesión.
Mendoza había prorrogado por un año el contrato la semana pasada, obviando en el corto plazo el plan original, que era entregarle la concesión a Hidroelectricidad Mendocina, la empresa estatal creada por el gobierno de Rodolfo Suarez para tomar el control de Los Nihuiles y concesionarlo. En el medio está el litigio con la Nación por el control de los recursos y su riqueza. Mendoza lo mira de costado y no ha polemizado, como sí hicieron las provincias de Neuquén y Río Negro por el caso de las hidroeléctricas de la cuenca del río Limay.
En el medio, crece la presión de La Pampa por el agua del río Atuel, en el marco de la causa judicial que Mendoza perdió. Y Mendoza reclama por las regalías que la Nación le pagó a esa provincia por la energía generada en Los Nihuiles y que no le correspondía. En total la indemnización reclamada por la Provincia ronda los 550 millones de dólares.
Los recursos
Los Nihuiles (que consisten en tres saltos y usinas) están gestionados a través de la sociedad HINISA, que controla Pampa Energía, una de las empresas más importantes del rubro energético. El 1 de junio venció la concesión, pero se hizo uso a las cláusulas del contrato que determinan un período de transición de un año. El proceso cayó en un momento de incertidumbre para el sector por los precios de la energía, el rol vidrioso del Estado como regulador y promotor y el contexto.
El Gobierno nacional no cede en el control de la energía generada, que considera como un bien propio más allá de la propiedad de los estados provinciales sobre los recursos naturales y los activos de los diques. Esa puja es estratégica porque hace al foco del negocio: todo se proyecta sobre la energía generada y vendida al sistema. La capacidad instalada de las centrales del río Atuel es de 265,2 MW. Pampa Energía declaró en su balance que obtuvo ganancias por $8.494,3 millones el año pasado.
La Nación aclara que Mendoza extendió la concesión como propietaria de los «bienes de uso» y los «bienes propios de la concesionaria», no así de la energía. «Establécese en el marco de lo previsto en el Artículo 57.1 del Contrato de Concesión con HIDROELÉCTRICA LOS NIHUILES S.A. del denominado Sistema Los Nihuiles, que una vez vencido el plazo de la concesión, a partir del 1° de junio de 2024, a fin de preservar la seguridad de las personas y los bienes ubicados en la Cuenca, se iniciará el período de transición allí previsto y para ello, la concesionaria deberá continuar a cargo del Complejo Hidroeléctrico correspondiente y cumplir con todas sus obligaciones derivadas del contrato durante 12 meses», dice la resolución firmada por el secretario de Energía Eduardo Rodriguez Chirillo. En la misma norma se designa como «veedor» del proceso a la empresa estatal Energía Argentina Sociedad del Estado (ENARSA).
Algo similar ocurrirá en octubre, cuando venza el contrato de Hidroeléctrica Diamante (HIDISA) el complejo que regula y genera energía en base al río Diamante. La concesión también está en manos de Pampa Energía y la Nación tomaría el mismo camino: prórroga con un veedor.
Fuente: Mdzol