Mayoría de apellidos nacionales interesados en comprar Edesur
La italiana Enel tiene en venta la empresa. Y espera poder culminar el proceso hacia fin de año. Todavía los candidatos no presentaron ofertas.
Edesur, la distribuidora eléctrica que cubre la mitad de la ciudad de Buenos Aires y la mayor parte del conurbano, tiene puesto el cartel de venta. El grupo italiano Enel -dueño de la mayoría de Edesur- decidió que Argentina dejaba de estar en sus negocios estratégicos y se irá del país: ya vendió su unidad de generación y ahora apunta a desprenderse de la distribución. El banco Santander viene dialogando con potenciales interesados desde febrero y ya se habla de una decena.
Entre los nombres que se rumorea hay abundancia de firmas nacionales. Las versiones apuntan hacia Nicolas “Nicky” Caputo -que ya fue dueño de una tenencia en la empresa a través de otra compañía-, y Alejandro Macfarlane, que fue accionista de Edenor y ahora controla dos distribuidoras de gas (Camuzzi Pampeana y Camuzzi Gas del Sur). También hubo consultas de fondos de inversión estadounidenses, y hasta se habla de empresas de medios sin trayectoria en el negocio.
El banquero Jorge Brito fue mencionado, pero desde el entorno del dueño del Macro desmintieron rotundamente que tuviera interés en la eléctrica.
En esta etapa, Santander le brinda algunos datos de la empresa a posibles interesados. Pero no todos. En la siguiente etapa, el banco -en acuerdo con el vendedor- selecciona las compañías de las que quiere recibir ofertas.
El negocio de la distribución eléctrica supo ser dominado por empresas extranjeras, pero fue mutando hacia el control nacional. Edenor, que fue de un gigante francés, pasó a manos de Marcelo Mindlin, que luego le vendió el control de Daniel Vila y José Luis Manzano, los accionistas de América 2. La operación se hizo por US$ 100 millones en 2020. Dos años atrás, en 2018, Edenor llegó a valer US$ 500 millones.
El precio que deben pagar los potenciales interesados en Edesur aún es un misterio. Las acciones de las empresas reguladas (como Edenor y Edesur) tuvieron subas impactantes en el último mes. Pero la operatoria de Edesur es complicada. La compañía necesita hacer fuertes inversiones para poder tener menores niveles de interrupción de suministro.
Aunque los segmentos de mayores ingresos ya están pagando mayor parte de los costos eléctricos, las tarifas de Buenos Aires siguen estando muy atrasadas con respecto a las ciudades del interior y los países limítrofes. “Dudo que alguien vaya a comprar Edesur si antes no sabe que le darán luz verde para cierta aplicación regular de los marcos regulatorios. En la situación actual, en este contexto país, no es una empresa atractiva”, comenta un ex ejecutivo que trabajo allí.
Caputo ya fue accionista minoritario de Edesur y es conocido su interés por crecer allí. Macfarlane conoce el negocio -fue accionista de Edenor y otras eléctricas-, y sabe lo que es lidiar con regulaciones complicadas.
Los fondos de inversión también suelen mirar estas empresas. Existe la oportunidad de comprar “barato” -propio de un país con altísimo riesgo país- y vender más caro, si la situación crediticia de Argentina mejora y el país vuelve estar en el radar de los mercados de capitales.
Especialistas y competidores estimaban que Enel podía buscar cerca de US$ 300 millones con la venta de los activos de generación y distribución (Edesur).
En generación, le vendieron una central a YPF Luz y otra a Sadesa -donde confluyen las familias Miguens, Bemberg y Caputo con otros empresarios-. Esta última posee una tenencia en Distrilec, la sociedad que controla el 57% de Edesur. En el mercado, los ven como los candidatos naturales a querer comprar el negocio de generación de Enel. Pero los empresarios no estarían tan interesados en Edesur.
El banco de inversión que posee el mandato de venta de Enel es el encargado de recepcionar las ofertas. Algunos competidores sostienen que los italianos esperan juntar cerca de US$ 200 millones por esa unidad de negocio.
La aprobación de la transferencia de una concesión requiere la rúbrica del Poder Ejecutivo nacional. José Luis Manzano, Mauricio Filiberti y José Luis Vila, con buena llegada a la coalición de gobierno, lograron que el ente regulador (Enre) les conceda luz verde para la compra del control de Edenor en 2021.
La valuación de las empresas en la Argentina está hundida a niveles no vistos desde 2001. Edenor, que llegó a valer US$ 5.000 millones en 2018, fue vendida por US$ 100 millones, es decir menos del 5% de lo que cotizaba hace 4 años. En el caso de Edenor, Pampa Energía percibió US$ 100 millones por el control (51% de las acciones), mientras que en el caso de Edesur, Enel pone en venta un mayor porcentaje (el 75%).
A favor, el clima para las distribuidoras parece haber cambiado en relación a 2020, cuando Mindlin vendió Edenor. En ese momento, regía un congelamiento de tarifas desde hace un año, que el Gobierno trató de sostener por casi tres años. La gestión de Massa en Economía logró cambiar un poco esa percepción. La “segmentación” permitió que los hogares de ingresos más altos paguen hasta cinco veces más que en 2022 por sus boletas de electricidad. De todas formas, aún es menos que en el interior y la mayoría de los países limítrofes.
Fuente: Clarín