Misiones ya produce biomasa y la inyecta gracias a la planta de Cerro Azul
MM Bioenergía es un proyecto único en su tipo en Misiones. Se trata de un hito histórico que podría compararse con la puesta en marcha de Urugua-í a fines de 1990, no tanto por la magnitud de la obra, sino por las posibilidades que abre para una provincia que necesita energía para desarrollar su industria.
Es un emprendimiento totalmente privado, impulsado por un empresario santafecino que se radicó en Alem para llevarlo a cabo, estos días está trabajando en “modo prueba” y sin facturar la energía que inyecta desde hace unos días, pero en dos semanas, si todo va bien, comenzará su debut comercial. “Estamos generando e inyectando energía pero aún sin cobrarla, hasta que nos habilite CAMMESA, algo que debería suceder el 9 o 10 de junio”, explicó René Mangiaterra, impulsor del gran proyecto.
El viernes la Secretaría de Energía de la Nación a través de la resolución 432/2021 autorizó el ingreso de la planta de Cerro Azul como “agente generador” que producirá e inyectará energía al Sistema Interconectado.
“Autorízase el ingreso como Agente Generador del Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) a la empresa MM Bioenergía SA para su central térmica a biomasa MM Bioenergía con una potencia de TRES COMA TRES MEGAVATIOS (3,3 MW), ubicada en el Departamento Leandro N. Alem, provincia de Misiones, conectándose al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) en la Línea de Media Tensión de (13,2 Kv) Cerro Azul – Leandro Alem, jurisdicción de la Cooperativa Eléctrica Leandro N. Alem”, dice la resolución publicada en el Boletín Oficial, que lleva la firma de Darío Martínez, el sucesor del misionero Sergio Lanziani en esa cartera.
En unos días más, MM Bioenergía estará produciendo y facturando por la generación de energía eléctrica por biomasa que la provincia necesita para desarrollar su industria y lo hará utilizando un desperdicio forestal que está comprando a aserraderos y productores forestales de la zona. Con una dotación de 15 personas (todas de la zona) trabajando en la planta.
Para Misiones y Corrientes era una oportunidad, ya que ambas provincias son consideradas una suerte de “Arabia Saudita de la biomasa”. La biomasa son los desperdicios forestales de la industria maderera o de las plantaciones forestales. Aprovecharlas para generar energía (y darles valor económico) era un desafío.
En Misiones hay otras plantas foresto industriales que generan energía por biomasa e inyectan excedentes a la red interconectada aunque por “afuera” de los contratos Renovar. La más importante son las plantas de Arauco Argentina en Puerto Esperanza y Puerto Libertad.
El empresario santafecino se enamoró de la tierra colorada cuando la atravesaba camino a Brasil, donde Molino Matilde tiene un molino harinero. Fue adquiriendo algunas tierras para plantar árboles y un día se le ocurrió generar energía sustentable a partir de la biomasa. Mangiaterra es gerente de Molino Matilde y uno de los dueños. Desde hace casi 100 años producen harina de trigo desde un pequeño pueblo de Santa Fe.
Al comienzo del mandato de Mauricio Macri, con un país que tenía frecuentes problemas con la escasez de energía por la falta de inversiones en generación en todas las fuentes, ese gobierno lanzó el Plan Renovar. La idea fue incentivar la generación de energía de fuentes renovables: eólica, solar, pequeños aprovechamientos hidroeléctricos y biomasa.
Sergio Lanziani, que acababa de asumir como ministro de Energía de Misiones, cartera que se había creado con su designación, al principio fue un profeta de la generación de energía por biomasa. Muchos productores forestales empezaron a prestar atención. Era obvio que la Argentina iba a necesitar energía sí o sí en el futuro (aunque para eso, la economía del país debe volver a crecer en forma sostenida).
El gobierno de Macri incentivó a los inversores privados, prometiendoles un contrato estable con tarifas fijas por 20 años y en moneda dura. Pero claro, tenían que afrontar la inversión totalmente a riesgo privado. Y se trata de inversiones de varios millones de dólares, aún en proyectos chicos.
El riesgo es que en la Argentina, los contratos (y las leyes) cambian con mucha frecuencia y más cuando un proyecto lo lanza un gobierno de un signo y luego viene otro. Las “reglas del juego” de hoy, pueden no ser las de mañana.
Mangiaterra, de 52 años, decidió avanzar con ese proyecto casi en soledad, porque en Misiones no hubo otros proyectos de generación por biomasa bajo el paraguas del RenovAR, salvo el de Pindó. En cambio, en Corrientes, la otra “Arabia Saudita” de la biomasa, hubo varios, sobre todo en gobernador Virasoro. Dónde están los aserraderos, abunda la biomasa.
MM Bioenergía tuvo que atravesar muchos desafíos que, en no pocas ocasiones, alcanzan para desalentar a los responsables y discontinuar un proyecto. En la Argentina, si no hay alguien empujando y creyendo y avanzando aún contra la lógica, las cosas no salen. Por eso es tan importante para la provincia que a MM Bioenergía le vaya bien y otros productores y empresarios se inspiren, vean que se puede y que vale la pena el riesgo.
En primer lugar, la corrida cambiaria después de las PASO del 2019, que hizo que se espantaran dos inversores externos que iban a “poner el hombro” y compartir el riesgo. Luego el cambio de gobierno, con la incertidumbre que genera saber si las nuevas autoridades apoyarán las políticas implementadas por la anterior administración.
Y tercero, la pandemia, que comenzó en un momento donde MM Bioenergía tenía encargadas las turbinas y generadores a la India. Incluso ahora tienen a 5 personas con Coronavirus, del total de 14 que conforman el staff permanente. Porque MM Bioenergía generará mucho empleo indirecto (transporte de biomasa, por ejemplo). El chip lo adquieren de aserraderos de la zona e incluso algunos de Garupá.
Nada de eso frenó el proyecto, que siguió avanzando hasta convertirse en realidad, contra viento y marea. “Para todos nosotros es un orgullo y una satisfacción por haber hecho que esto funcione, necesitamos ahora que la rueda económica empiece a girar, como en cualquier actividad”, explicó a Economis, un Mangiaterra que desde hace años pone y pone, sin poder aún recuperar un peso.
Misiones tiene otra planta de generación de energía por biomasa, la que pertenece a la firma Pindó SA. Esta firma de Puerto Esperanza ya genera e inyecta a la red desde el año 2018. La diferencia es que Pindó arrancó con la inversión a partir de las necesidades de abastecerse de energía de su aserradero, uno de los más importantes de la zona. Justo apareció el proyecto Renovar cuando la inversión ya comenzaba y pudo adjudicarse un contrato.