MSU invierte US$ 650 millones para ser un jugador gigante de las renovables
El brazo energético del holding nacional aspira a llegar a 1 Gw de energía solar en los próximos tres años. Cuáles son los proyectos en marcha para alcanzar ese objetivo.
MSU es una compañía propiedad de la familia Uribelarrea con 160 años de participación en el sector de los agronegocios, y que hace una década incursionó en el segmento de la generación de energía en el que lleva invertidos más de US$ 1.100 millones en el país. Pero más recientemente la compañía decidió hacer foco en las renovables y convertirse, en apenas tres años, en el mayor generador de energía solar de la Argentina a través de la empresa MSU Green Energy.
El plan de inversiones prevé el desembolso en una primera etapa de US$ 650 millones para la construcción de 11 parques solares en distintas regiones del país, lo que le permitirá sumar más de 600 Mw de capacidad renovable. Pero ese objetivo se complementa con la meta de alcanzar 1 Gw de potencia hacia 2027.
Juan Pablo Martínez, gerente de Energías Renovables de MSU Green Energy, explicó que la compañía acaba de inaugurar su segundo parque solar. Se trata del proyecto Pampa del Infierno, en la provincia de Chaco, que obtuvo la habilitación comercial por parte de Cammesa para entregar al sistema 130 Mw, y que se suma al parque Las Lomas, en La Rioja, y una potencia instalada de 30 Mw.
Ambos desarrollos están destinados a de energía limpia a clientes corporativos en el Mercado a Término de Energías Renovables o Mater, con una reducción conjunta de 200.000 toneladas de emisión de CO2.
Martínez resaltó que Pampa del Infierno es el tercer parque solar más grande de la Argentina y el más extenso del Mater por la capacidad de generación que ofrece al mercado de privados. Se trata de un desarrollo de 220.300 paneles solares, en 320 hectáreas de terrenos y con una capacidad equivalente a la demanda de más de 90.000 hogares.
El parque fue construido en nueve meses, un tiempo récord para el desarrollo habitual de un parque solar en el país, y a lo largo de su construcción, generó empleo directo local a más de 400 personas de distintas localidades del norte argentino.
“Además de los dos parques operativos, estamos desarrollando otros nueve proyectos para posicionarnos como el principal generador a nivel solar en tres años y para lograrlo es conveniente focalizarnos en este tipo de tecnología”, explicó el directivo al referirse al plan de expansión con una inversión en marcha de US$ 650 millones.
Varios de esos proyectos están en etapas avanzadas de construcción y con fecha de puesta en marcha entre fines de este año y el primer semestre de 2025. Es el caso del parque solar Villa Angela, Chaco, que con 60 Mw de capacidad estará en operación en diciembre de 2024. Para el mismo mes está prevista la inauguración del parque solar La Corzuela, en la localidad chaqueña de General Pinero, con 68.900 paneles y 40 Mw de capacidad.
Ya para los primeros meses del año próximo se prevé la puesta en marcha de los parques Miraflores, de 20 Mw instalados; Sáenz Peña, de 60 Mw -ambos en Chaco; Ingeniero Juárez, con 15 Mw; y Las Lomitas, de 15 Mw, estos últimos dos en Formosa.
La meta de 1 Gw –que desde la empresa explican se fondea con recursos propios e instrumentos de financiación del mercado local- requerirá nuevos desarrollos para los próximos tres años, los cuales se busca que tengan mayor potencia a los que componen el portfolio actual y que se irán definiendo en base a las oportunidades que están apareciendo en el mercado, a partir de la disponibilidad de prioridad de despacho en la red.
Martínez destacó que la inversión –que a tono con el mercado demanda en promedio un millón de dólares por cada Mw instalado – es viable a partir del interés de los clientes corporativos de la Argentina que no sólo buscan cumplir con las metas fijadas en la ley nacional 27.191 de Energías Renovables alcanzando la cobertura del 18% en 2023 y apuntando a un 20% en 2025 de la matriz nacional.
Este crecimiento del mercado tiene como eje el proceso de transición energética y los objetivos de descarbonización de las propias empresas. Para eso, toda la energía renovable está garantizada por estándares internacionales a través de los certificados I-REC que avalan que el consumo de la energía eléctrica proviene de fuentes renovables, un dato vital al momento de demostrar la trazabilidad sustentable de las operaciones.
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Fuente: Mejor Energía