Neuquén: problemas de infraestructura en medio de la riqueza de Vaca Muerta
Neuquén tiene en su suelo la riqueza petrolera y gasífera, pero enfrenta importantes desafíos en infraestructura como rutas y caminos, educación y servicios básicos como gas, electricidad, agua y vivienda.
El mayor desafío que tendrá por delante el nuevo gobierno neuquino que asumirá el 11 de diciembre será plasmar un plan que permita dejar atrás años de retroceso en materia de infraestructura, en una provincia que cuenta con el “oro del siglo XXI” que representa Vaca Muerta pero tiene graves falencias en sus rutas, escuelas y servicios básicos como gas, electricidad, agua y comunicaciones. Para lograr eso, el gobernador electo Rolando Figueroa deberá poner el mismo empeño y planificación con el que pudo terminar en las urnas con más de 50 años de hegemonía del Movimiento Popular Neuquino (MPN).
Una muestra clara de esta situación es lo que ocurre en la ciudad de Añelo, donde se encuentra ubicado el yacimiento de Vaca Muerta, desde donde se exportaron en 2022 nada menos que 2.400 millones de dólares por la producción de 308.000 barriles diarios de petróleo. En ese lugar ya están invirtiendo más de 30 empresas nacionales e internacionales, además del Estado argentino, para extraer crudo y gas no convencional, ya que es el segundo yacimiento de este tipo a nivel mundial.
Sin embargo, como reconoció el intendente electo de esa localidad, Fernando Banderet, más del 60 por ciento de sus habitantes no posee gas y debe calentar su casa en el duro invierno patagónico con leña o estufas eléctricas.
La realidad social de Neuquén contrasta con los números macroeconómicos en cada una de las áreas primordiales para el desarrollo, y si bien los salarios están por encima del promedio nacional, los precios, tarifas y alquileres acompañan ese rumbo. Según estadísticas del Colegio de Arquitectos local y de la Cámara Inmobiliaria, en toda la provincia se necesitarían 40.000 viviendas nuevas para satisfacer la demanda.
De acuerdo a ese relevamiento, el 60 por ciento de las unidades serían necesarias en la zona de la Confluencia (Neuquén capital, Centenario y Plottier); en tanto el resto se reparte entre San Martín de los Andes, Rincón de los Sauces y Chos Malal, entre otras localidades.
La educación es otro ítem sensible en el que también hay graves falencias a pesar de los numerosos recursos que se generan, y de acuerdo a un trabajo realizado por el gremio docente ATEN, en el departamento de Confluencia hay más de 50 instituciones, sobre un total de 179, que no están en condiciones de funcionar normalmente.
La ciudad de Neuquén, el otro gran epicentro social y económico de la provincia, también es un reflejo de la falta de obras que fomenten las inversiones y el desarrollo.
Mariano Gaido pudo conservar en las últimas elecciones la intendencia de Neuquén capital en medio de varias denuncias opositoras sobre clientelismo político y relaciones cuestionables con la estratégica Cooperativa de Agua, Luz y Fuerza (CALF), una de las instituciones más importantes de la provincia, que está bajo la lupa judicial por manejos de dinero irregular, tal como lo denunciaron los sindicatos provinciales en los tribunales locales.
Pero ahora, el intendente reelecto deberá cumplir las promesas realizadas en campaña, entre ellas la creación de un nuevo parque industrial, ya que el que funciona actualmente tiene radicadas 300 empresas y está excedido en su capacidad. El Concejo Deliberante ya aprobó la ordenanza correspondiente, pero las obras todavía no comenzaron.
El tema de las rutas es otro de los puntos clave para permitir el crecimiento económico y social. Están bajo control de la Dirección de Vialidad neuquina, pero tal como denunció el propio Sindicato de Petroleros Privados, se encuentran en estado calamitoso.
La repetición de accidente graves, incluso con víctimas fatales, ha llevado en más de una ocasión a que el gremio realice piquetes y protestas, una de ellas que duró varios días en abril pasado. Incluso hubo quejas vecinales debido a que el estado de los caminos impide el tránsito de los vehículos de emergencia, como ambulancias y bomberos.
Los reclamos por el abandono, por ejemplo, de las rutas 23 y 46 han sido constantes y algunas localidades, como Villa Pehuenia, en distintos períodos han quedado aisladas por decisión de la empresa que presta los traslados sanitarios.
Pero los pozos y baches no son propiedad exclusiva de los lugares más alejados del territorio, ya que una de las principales vías de acceso a la capital (Autovía Norte) permaneció más de siete meses cerrada al tránsito por haberse hundido el asfalto. Ese socavón generó además la rotura de un caño de agua subterráneo y varios barrios cercanos estuvieron con problemas en el suministro, mientras el intendente Gaido le reclamaba a Vialidad Nacional el arreglo.
“Se pasan la pelota de un lado a otro pero no ejecutan la obra y seguimos con cortes prolongados”, se quejó a su tiempo el presidente de la comisión vecinal de Alta Barda, Leonardo Lardani.
Tampoco los caños y desagües pluviales dan abasto en la ciudad de Neuquén. El año pasado hubo inundaciones barriales por caños de 30 años de antiguedad que simplemente explotan por el paso del tiempo.
Fuente: Filo News