Nucleoeléctrica Argentina firmó el Acuerdo Marco de Licenciamiento para la operación a largo plazo de la Central Nuclear Atucha I
Nucleoeléctrica Argentina firmó el viernes pasado el Acuerdo Marco de Licenciamiento para la operación a largo plazo de la Central Nuclear Atucha I, un hito fundamental para el proyecto de extensión de vida que le permitirá a la planta contar con 20 años más de generación de energía eléctrica segura y eficiente.
La rúbrica se realizó en la sede de la Autoridad Regulatoria Nuclear (ARN) y contó con la participación del Directorio de la empresa y del organismo regulador.
La concreción de este documento es un paso de enorme importancia para la extensión de vida de la central, dado que consolida los requisitos de la ARN y los compromisos asumidos por Nucleoeléctrica Argentina respecto de las tareas y temas de interés regulatorio para la ampliación de la vida útil de la central.
Durante el encuentro, el presidente de Nucleoeléctrica, José Luis Antúnez señaló: “Estamos lanzando la extensión de vida de Atucha I. Es un premio para una central que se ha portado a las mil maravillas durante 48 años. Si alguien tiene alguna duda sobre la vida útil de las centrales nucleares, la extensión de vida de Atucha I es un ejemplo”.
El Proyecto de Extensión de Vida
La licencia de operación para Atucha I emitida por la ARN finalizará en 2024, lo que marcará el final de su primer ciclo de vida útil. Desde el año 2006, Nucleoeléctrica llevó adelante los estudios necesarios que permitieron concluir que es factible extender la vida útil de la central por un nuevo ciclo de operación segura.
La parada de reacondicionamiento tendrá una duración de dos años a realizarse entre 2024 y 2026 e implica una inversión de U$D 463 millones, la creación de 2.000 puestos de trabajo y la generación de oportunidades para proveedores nacionales calificados para las tareas de construcción y fabricación de componentes.
Además, la prolongación de la vida de la central tendrá un impacto positivo en el medioambiente, ya que permitirá evitar anualmente la emisión de 1 millón de toneladas de CO2.
Atucha I
Atucha I inició su construcción en junio de 1968 y se convirtió en la primera central nuclear de potencia de Argentina y de América Latina.
Actualmente, cuenta con una potencia bruta de 362 megavatios eléctricos. El tipo de reactor es PHWR, utiliza agua pesada como refrigerante y moderador, y uranio levemente enriquecido (ULE) al 0,85% como combustible.
Si bien es la primera central argentina, todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados y cumplen con las exigencias locales e internacionales.