Para ajustar los subsidios, las tarifas de luz subirán 20% en todo el país
En el caso de Buenos Aires y el Conurbano, ya habían aumentado 20% durante el verano.
Para ajustar los subsidios, las tarifas de luz subirán 20% en todo el país
Federico Basualdo, subsecretario de Energía Eléctrica.
La próxima audiencia pública para la suba de tarifas de luz tendrá un mayor alcance que la anterior, en el verano. En aquella ocasión, se determinó un incremento del 20% en las boletas de electricidad que se paga en Buenos Aires y el conurbano. En cambio, ahora, el Gobierno buscará un incremento en las facturas de luz de todo el país.
Será del 20% para todos los hogares. El Gobierno retirará una quinta parte -o un poco más- de los subsidios al costo de la electricidad que pagan las distribuidoras, es decir las empresas que llevan luz a las viviendas o comercios.
Es probable que las distribuidoras traspasen ese aumento en sus costos -tendrán que pagar más por la electricidad- a sus clientes. Según estimaciones del Gobierno, es un impacto del 20% al 22%.
Cammesa, la empresa mayorista del sistema, le cobra la electricidad al mismo precio a todas las distribuidora del país. En el verano, el 65% del costo eléctrico de todo el país estaba subsidiado por el Gobierno nacional. Con el encarecimiento de los costos -como los combustibles que se utilizan en la generación eléctrica- es probable que la subvención actual ronde el 80% o más.
Las tarifas de luz en el interior son entre tres y cuatro veces más caras que en Buenos Aires. Esto sucede porque la regulación de las distribuidoras de esas provincias está bajo la órbita de los gobernadores, mientras que el cuadro tarifario de Edenor y Edesur (las distribuidoras de Buenos Aires y el conurbano).
Las provincias vienen permitiendo que las distribuidoras recompongan sus márgenes (se llama valor agregado de distribución) a una mayor velocidad que el Estado nacional con Edenor-Edesur. La mayoría aumentaron sus tarifas en dos dígitos en 2020 y 2021, mientras que la dupla de empresas que distribuye en Buenos Aires solo tuvo autorizado un 9% en 2021.
En enero, el precio monómico estaba a US$ 76 el MW/h. Cammesa solo lo estaba cobrando a US$ 26, por lo que subsidiaba los US$ 50 restante.
Pero los costos subieron en los últimos meses. Los combustibles, por ejemplo, representaban la mitad del costo eléctrico en 2021. Ahora se encarecieron, y su incidencia en los costos podría ser más alto. Un experto del sector -no vinculado con el Gobierno-, estima que las subvención actual debe estar rondando entre el 80% y 85%.
El Ministerio de Economía instruyó a la Secretaría de Energía para que arranque el proceso para convocar a una audiencia pública. En esa instancia, Energía propondrá un incremento del 20% en lo que pagan las distribuidoras por el precio estacional de la energía (PEST).
El subsecretario de Energía Eléctrica, Federico Basualdo, no está de acuerdo con esta decisión. Considera que pone presión sobre los clientes -ya agobiados por la alta inflación- y que no generará una caída significativa de los subsidios.
Basualdo, ya realizó una audiencia que terminó en una suba del 20% en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Ese incremento sirvió para disminuir el subsidio en el costo eléctrico que reciben las distribuidoras.
El Ministerio de Economía quiere una reducción de las partidas energéticas. Por eso, impulsa una disminución de las subvenciones del Poder Ejecutivo al costo de generación. Guzmán considera que el incremento en estos servicios debe ser, al menos, de otro 20%-22% para la mayoría de los clientes, totalizando un un 42%-44% en Buenos Aires.
En el interior, sería de un 20% adicional a lo que hayan decidido las distribuidoras hasta ahora. Córdoba tiene tarifas hasta cuatro veces superiores a las de Buenos Aires.
También es cierto que las distribuidoras con menor cantidad de clientes tienen costos operativos inferiores a las empresas con más de 1 millón de usuarios. Es porque la escala hace posible ahorros (en compra de equipos, por ejemplo).
Las asociaciones de consumidores quieren que Guzmán en persona explique los aumentos de tarifas, en el marco de la negociación del país con el FMI.
Más de la mitad de los hogares de Buenos Aires y el conurbano pagaban boletas de luz inferiores a los $ 1.000 mensuales ($ 2.000 bimestrales) antes del último aumento del 20% en marzo. Suponiendo que allí solo haya un salario mínimo vital y móvil (de $ 33.000), se destina el 3% del sueldo a la luz, en el padrón de Edesur. El siguiente tercio de los clientes de luz de esa distribuidoras paga menos de $ 2.000 mensuales. Si pertenecen a una familia de ingresos medios, destinan el 2% de lo que ganan (cerca de % 97.000 mensuales) a ese servicio.
La composición de los clientes de Edenor modifica ligeramente los datos, pero la tendencia es parecida. El 80% de los hogares paga un promedio de $ 944 por mes. Y cuatro de cada 10 clientes de esa concesión abonan menos de $ 550 mensuales.
Un millón de clientes de Edenor, que hoy pagan $ 550 mensuales, pasarían a abonar algo cercano a $ 800 con un aumento del 40%. En un bimestre, son $ 1.600. En el caso de Edesur, son más (cerca de 1.250.000 hogares) en idéntica situación.
Las facturas de luz y gas representan un 1,8% del gasto de los hogares, según el economista Fernando Marull. Esto es menos que en 2019, cuando se habían aplicado varios aumentos, donde llegó a morder el 4,6% de los ingresos familiares.
Fuente: Clarín