Permitiría abastecer buques en medio del océano, aunque todavía hay problemas por resolver. El sistema se trata de una fuente de energía flotante vinculada a molinos de energía eólica.

La movilidad por electricidad sigue dando pasos agigantados cada día, no solo en el campo de los automóviles, sino también para vehículos que no se mueven con ruedas. El transporte marítimo, dicen los ambientalistas, es una de las dos mayores contaminadores del medioambiente junto a la industria aérea, aunque las cifras oficiales dicen que el 13,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea proviene de los barcos.

El objetivo es reducir 5,5 millones de toneladas de CO2 en los cinco años siguientes al lanzamiento de esta tecnología, aseguran desde la compañía energética de Dinamarca. Pero aún no hay fecha de inicio de las operaciones abiertamente, más allá de los ensayos de prototipos debido a que los parques eólicos marinos tienen ciertas limitaciones a las que hay que adaptar el sistema.

Con mayor o menor participación en la contaminación ambiental, es por esa razón que se buscan soluciones sustentables como la propulsión a través del hidrógeno, que se está desarrollando a mayor velocidad para este tipo de movilidad, respecto a la de los vehículos que van por tierra.

El gigante marítimo Maersk ha presentado un desarrollo que realizó en conjunto entre su propia empresa, Stillstrom, y la compañía de energía danesa Ørsted, por el cual, partiendo de la base de un parque eólico como los que ya hay en muchos mares del mundo, se pueda generar un sistema de recarga eléctrica para sus buques en pleno océano.