Por qué El Baqueano es una prioridad para Mendoza
La obra hidroeléctrica fue planificada en los ´80 y en los últimos 7 años se licitaron nuevos estudios y actualizaciones del proyecto que forma parte del Sistema del río Diamante. Junto a los aprovechamientos hidroeléctricos, el desarrollo de energías limpias y el plan de aguas hasta 2050, forma parte de un largo engranaje pensado para el futuro de la provincia.
La hidroeléctrica El Baqueano es parte de una planificación estratégica a largo plazo para una provincia sustentable, con agua y energías limpias. De hecho, la obra fue diseñada en los ´80 y es la más avanzada en cuanto a estudios geológicos y ambientales, caminos y cálculos.
Al formar parte del Sistema del río Diamante, no requiere de consenso del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado, como ocurre con Portezuelo del Viento, pero sí permite destinar los fondos que la provincia recibió como compensación por la vieja ley de Promoción Industrial. Como está estipulado, el dinero utilizarse en obras hidroeléctricas.
El Baqueano es un eslabón de una larga cadena elaborada en los últimos años para una Mendoza sostenible de aquí a medio siglo: desde la inauguración del dique Potrerillos, en 2003, no se habían vuelto a generar fuentes de energía eléctrica en la provincia. Hoy se han sumado más de 150 megavatios con Pequeños Aprovechamientos Hidroeléctricos, paneles solares, parques fotovoltaicos como el PASIP y energía térmica como la que produce Anchoris.
A esto se suman los trabajos que inició el Gobierno de Mendoza en materia de agua: se ha firmado un convenio con Israel para trazar, de la mano del Consejo Federal de Inversiones, un masterplan que defina, optimice y garantice recursos hídricos para la actualidad y para las generaciones futuras, con especial énfasis en el cambio climático y el respeto del medio ambiente.
Beneficios sociales y económicos
Con esta obra, Mendoza aumenta 15% la capacidad del embalse del Complejo Diamante, instalando 120 MW de potencia, capaces de abastecer a unos 60 mil hogares.
Además, crea un nuevo polo turístico, con la apertura de la ruta del Cañón del Diamante y la conexión entre Malargüe y San Rafael mediante un camino que tendrá un atractivo paisajístico único en Argentina. Con una inversión de 525 millones de dólares, se crearán solo en la construcción de la represa 800 empleos directos y cerca de 1.500 empleos indirectos
Como plus, no se deben relocalizar rutas ni poblaciones, ni se afectan líneas de alta tensión y gasoductos. La hidroeléctrica tampoco altera el régimen del río Diamante, que lleva agua a el dique compensador El Tigre y a las hidroeléctricas Los Reyunos y Agua del Toro.
Estudios ambientales, técnicos y geológicos
Gracias al trabajo de la Empresa Mendocina de Energía (Emesa), en los últimos cinco años el proyecto se actualizó y reformuló para la conservación del medio ambiente y la corrección de los planos originales, que presentaban riesgo de aludes, y es el más avanzado para su concreción.
Ya se realizó un estudio de línea de base del medio biótico, incluyendo análisis exhaustivo de antecedentes, y estudios de campo donde se individualizaron aspectos relacionados con la flora y la fauna.
Se puso especial énfasis en la conservación de vegetación, aves, anfibios, reptiles, mamíferos, peces y calidad de agua, plancton -fitoplancton y zooplancton- y bentos, además, de estudiar áreas naturales protegidas, humedales, cauces de agua y rutas de migración de animales.
Para llevar a cabo estos informes con los más altos estándares, se realizó una licitación pública nacional a fin que se adjudicó a la consultora Serman & asociados SA, de vasta experiencia en la elaboración de planes maestros de cuencas.
En 2018, se efectuaron nuevos estudios de suelo para determinar la localización y el modo de edificación más seguros. Así, se determinó que la histórica propuesta de Agua Mora quedaba descartada y que se construirá una presa de hormigón de gravedad HCR (hormigón compactado con rodillos) en una zona conocida como El Imperial.
En El Imperial está previsto construir una presa de 68 metros de altura, con una conducción en túnel de 13,8 kilómetros de longitud y un diámetro 7 metros, hasta la central El Baqueano, situada aguas arriba de la cola del embalse Los Reyunos.
En junio 2022, Emesa abrió el concurso para realizar los estudios de geología, geotecnia, geofísica, ensayos de laboratorio y topografía, en conjunto con el Fondo Fiduciario del Plan de Infraestructura Eléctrica de Alta Tensión de Zonas Aisladas y en Desarrollo (Fopiatzad).
Además, se cerró un convenio con Vialidad Provincial, que abrió los caminos para llegar al sitio y refuncionaliza un túnel de 500 metros que estaba desmoronado.
Emesa trabaja desde hace años con el inventario de proyectos hidroeléctricos sobre todos los ríos: Mendoza, Tunuyán, Atuel, Diamante y Río Grande.
En junio del año pasado, el Gobierno de Mendoza llamó a licitación de los análisis ambientales y sociales del Aprovechamiento Hidroeléctrico Uspallata, por lo que se sigue avanzando en estudios, cálculos y obras para la construcción de aprovechamientos en los canales y ríos de la provincia. El objetivo final es una Mendoza con planificación a largo plazo, con energía, con un futuro sustentable y con agua para hoy y para las futuras generaciones.