Potasio Río Colorado: el plan para sortear el principal obstáculo para reabrir la mina
En la zona donde se ubica Potasio Río Colorado no hay gas ni electricidad; dos elementos vitales para el funcionamiento del proyecto. Cómo se llevará la energía y la ventaja impensada que dio la postergación de años del emprendimiento. En tanto, avanza el proceso de adjudicación sin fechas precisa
Sin fechas fijas, avanza el procedimiento para elegir la mejor de las tres propuestas para llevar adelante la explotación de sales de potasio en el sur de Malargüe. Por la ubicación del emprendimiento, un tema clave es la provisión de energía ya que, por un lado, se necesita gas para calentar las calderas y, por el otro, electricidad.
En este caso, sería una segunda fuente energética que beneficiará a toda la zona ya que, desde Bardas Blancas hacia abajo no hay luz. Con la oficialización de la futura creación del parque industrial Pata Mora, se buscan apurar las inversiones para dotar de energía eléctrica a toda esa área; algo que podría pagarse con las regalías que dé a futuro la mina de potasio.
Sin embargo, la necesidad número uno para que el proyecto funcione es la existencia de gas. En este aspecto específico, las demoras de unos diez años desde que se fue la brasileña Vale en 2013 fue tal vez uno de los únicos puntos favorables para el proyecto. Es que, mientras entonces no había un desarrollo como el actual y era necesaria una inversión de 150 millones de dólares para proveer de gas a la mina, hoy con el auge del no convencional en las cercanías (Neuquén), solo es preciso construir un gasoducto.
Según explicó el gerente general de PRC, Emilio Guiñazú, en la actualidad cualquiera de las petroleras que opera en la zona puede proveer gas a la mina, que necesita unos 500.000 m3 por día para funcionar. Debido a que es gas ya disponible en la red, no sería complejo conseguir esta materia prima ni debería impactar en el futuro consumo doméstico ya que corren por carriles diferentes.
Aunque no es algo sencillo, se busca montar un gasoducto de unos 15 kilómetros desde los pozos petroleros hasta el proyecto. El costo aproximado de esta obra es del 10% de la calculada hace diez años y costaría cerca de 15 millones de dólares. El gas se utiliza para calentar el agua que se inyecta para disolver la sal, primero y separar la salmuera del potasio, después. Las calderas que ya posee el proyecto funcionan a gas.
La relación con Pata Mora
Con el envío a la Legislatura del proyecto para crear el parque industrial Pata Mora en Malargüe se busca apurar las obras para que la zona sur de Mendoza tenga energía eléctrica. A través de la creación de un fideicomiso y del traspaso de los bienes expropiados se pretende avanzar con operadoras de hidrocarburos y mineras.
En este mapa están, en principio, Potasio y la exploración no convencional de YPF en la zona local de Vaca Muerta. Para cualquier emprendimiento, la electricidad es un insumo clave. En este sentido, Guiñazú explicó que, aunque Potasio podría autogenerarse y producir su propia energía, la provincia apostará a realizar un proyecto que desarrolle esa zona Sur.
“Con el proyecto de Pata Mora vienen asociadas obras de infraestructura, entre las que se destaca la línea de energía que ya fue diseñada por la Vale”, precisó Guiñazú. Desde Comahue Cuyo hay que llegar hasta la subestación Cortaderal y de allí hacer 120 kilómetros más a Cañadón Amarillo desde donde se abre una línea para el lado de Potasio y otra para el nuevo parque industrial.
El financiamiento para estas obras todavía no está, pero desde la Provincia descuentan conseguirlo debido a que se asegurará el pago a través de los fondos de infraestructura (1,5%) que pagará PRC por este concepto; además del 3% de regalías mineras. Debido a que la Vale ya había comenzado con la construcción y a que esto podría utilizarse así como diversos activos que quedaron, Guiñazú explicó que la construcción de la línea no debería demorar más de un año.
Fuente: MDZ online