Luego de sucesivas prórrogas, el Gobierno dio el primer paso para que las represas vuelvan a ser concesionadas por otros 30 años. Hay fuerte interés del sector privado por el negocio.

Después de idas y vueltas, el Gobierno definió el futuro de las represas, un activo clave para la generación de energía en Argentina, por tratarse de un recurso renovable y de bajo costo. Luego de sucesivas prórrogas, el ministro de Economía, Luis Caputo, dio el primer paso para que las centrales hidroeléctricas vuelvan a ser concesionadas por otros 30 años.

Según definió el Gobierno a través de un decreto en el Boletín Oficial, se extenderá por el plazo máximo de un año la concesión a las represas El Chocón-Arroytito, que gestiona la empresa italiana ENEL, Cerros Colorados, de Aconcagua Energía, Alicurá, de la estadounidense AES, y Piedra del Aguila en manos de la argentina Central Puerto.

Breve cronología

En 1993, primer gobierno de Carlos Menem, las represas dejaron de estar en manos del Estado y pasaron a ser gestionadas por el sector privado. Tal como lo definía el contrato, la concesión venció 30 años después, en 2023. Como cayó en plena etapa electoral, el Gobierno anterior definió prorrogar la concesión y no tomar una definición, para que la decisión fuera del gobierno entrante.

La idea del ex ministro de Economía, Sergio Massa, era llegar a un acuerdo para que haya un consorcio público-privado, que incluya a las provincias.

Con la asunción de Javier Milei, la nueva gestión planteaba que había que seguir con las concesiones, pero recién este lunes tomó la decisión, dado que el camino legal que venía aplicando era el de las sucesivas prórrogas.

La definición tomada fue que habrá un año como máximo para que se lleve adelante todo el proceso: realizar el concurso, con un plazo de 180 días a partir de puesta en vigencia del decreto, y licitar las nuevas concesiones por 30 años.

Activo estratégico codiciado

Según fuentes oficiales, lo que no está definido es el monto de venta del paquete accionario: «Depende del esquema de negocio que se le de y las condiciones del pliego», indicaron.

De acuerdo a un relevamiento realizado por este diario en empresas del sector, las compañías que actualmente están en las concesiones tienen la intención de continuar. «Habrá muchos interesados, las auditorías daban buenos números y es un activo verde que quisiera cualquier energética, o cualquier compañía con un plan de transición energética», contó una autoridad de la anterior gestión de la Secretaría de Energía.

Al tratarse de hidroeléctricas de gran magnitud, suman en los portafolios de las compañías una masa de energía renovable que ayuda a equilibrar la huella de carbono.

De todos modos, fuentes del sector privado indicaron que, si bien hay interés de volver a participar de la concesión, antes deberán ver la letra chica en los pliegos. Buscarán que haya condiciones «adecuadas», en lo que se refiere a precios y regulación.