Qué necesita la Argentina para atraer inversiones y liderar la transición energética, según Estados Unidos
David Turk, subsecretario del Departamento de Energía de EE. UU., visitó el país y destacó su enorme potencial en recursos renovables e hidrógeno; dijo que son necesarias políticas que den certeza para que se realicen las inversiones.
Para Estados Unidos, la Argentina tiene “un enorme potencial” para liderar la transición energética gracias a sus recursos de energía eólica, solar e hidrógeno. “Queremos ser verdaderos socios, no solo con el gobierno de la Argentina, no solo con el sector privado, sino también con la gente de la Argentina. De eso se trata este viaje”, dijo Turk, que nació en Ecuador y vivió también en Chile.
El funcionario, sin embargo, indicó que es necesario aplicar “políticas macroeconómicas más amplias para tener el tipo de certezas que las empresas necesitan para realizar inversiones, ya sea en gas natural o en litio o en una amplia variedad de tecnologías”.
–¿Estados Unidos puede ser socio como inversor o ayudando a empresas estadounidenses a invertir en la Argentina?
–Estamos abiertos a explorar todo tipo de formas de sociedad. En el Departamento de Energía somos responsables de gran parte de la implementación de nuestra ley nacional de reducción de la inflación y otros programas que tendrán una gran oportunidad en las cadenas de suministro de países de todo el mundo, incluyendo no solo la parte de minerales, sino también la cadena de valor, donde creo que hay enormes oportunidades. En donde podemos ayudar de manera muy tangible con el Gobierno es en compartir una experiencia técnica de ida y vuelta. Tenemos muchos expertos que trabajan en todo tipo de tecnologías de energía limpia. La Argentina, por supuesto, también lo hace y por eso tenemos una asociación conjunta llamada NetZero World. Es algo que el gobierno de los Estados Unidos solo tiene con algunos países selectos. La Argentina está incluida debido al enorme potencial en energía limpia. En la reunión en el Ministerio estuvimos aclarando aquellas áreas en las que queremos tener esa cooperación técnica, como prioridades para el gobierno argentino.
–Hay algunos expertos del sector, sobre todo del petróleo y el gas, que dicen que ir demasiado rápido con la energía limpia tiene su costo económico.
–Sí, como ha dicho nuestro presidente [Joe Biden], el petróleo y el gas son una parte crítica de nuestro uso actual de energía en Estados Unidos, en la Argentina y en países de todo el mundo. La invasión de Rusia a Ucrania hizo que varios países se pusieran firmes en cuidar nuestra seguridad energética y tener proveedores confiables, no solo para petróleo y gas, sino que estamos viendo los enormes beneficios de la seguridad energética con más energía solar, eólica e hidrógeno. Si podemos acelerar esa transición, es bueno para la economía y también para la seguridad energética. En un país que ha sido bendecido con una amplia variedad de recursos renovables, es un win-win acelerar esos plazos para obtener más beneficios de esas tecnologías, sobre todo para la gente de la Argentina, pero también es bueno para el mundo. Para cualquiera que haya investigado el clima –y sé que aquí ha habido una sequía, hemos tenido una igual en Estados Unidos y ha habido una inundación en Pakistán–, tenemos muy poco tiempo para actuar juntos como humanidad para acelerar el progreso de la energía limpia. Por eso estamos ansiosos de trabajar con los países para tratar de acortar los plazos para realmente seguir adelante. Creemos que eso es bueno para la asequibilidad, para la seguridad nacional, para la seguridad económica y también para la confiabilidad.
Embajada de Estados Unidos
–¿Es posible acelerar la transición energética con los niveles de inflación en la Argentina, pero también en Estados Unidos?
–Definitivamente es un desafío. El año 2022 fue desafiante en particular para muchos países del mundo y ciertamente aquí en la Argentina, y no hay duda de que los países deben tener políticas regulatorias estables. Todos necesitamos controlar la inflación y asegurarnos de tener previsibilidad. En los Estados Unidos tenemos suerte de haber aprobado una legislación histórica en el frente de la energía limpia, donde tendremos incentivos fiscales durante 10 años para acelerar los plazos y brindar esa certeza financiera. Por lo tanto, no hay duda de que los países necesitan que todos nosotros actuemos juntos para tener el entorno en el que estas tecnologías de energía limpia puedan reducir el costo. Nosotros, como socios, ofrecemos tener discusiones, ideas, sugerencias, lecciones aprendidas de nuestros propios desafíos también.
–Hay analistas del sector que señalan también que es difícil avanzar con una tecnología más cara (las renovables vs. el petróleo y el gas), cuando el 40% de la población argentina está en la pobreza. ¿Puede eso generar demoras en la transición energética?
–Creo que es increíblemente emocionante lo que sucedió en los últimos años y será aún más a medida que los países de todo el mundo realmente den un paso adelante e inviertan más en energía limpia. Ya estamos viendo que la energía solar, por ejemplo, es la alternativa rentable más barata en muchas partes del mundo. Ahora hay que lidiar con el almacenamiento, hay que lidiar con otras partes de la ecuación de transmisión. Esos costos disminuirán si construimos a escala. El hidrógeno verde es una oportunidad particularmente interesante para la Argentina, no solo para uso doméstico, sino también para exportar, pero eso requerirá inversión y será necesario hacerlo a escala y reducir aún más esos costos.
–¿El hidrógeno es la energía del futuro o ya podremos ver algunos proyectos funcionando en los próximos años?
–Va a tomar un poco de tiempo. Hay mucho trabajo por hacer en los costos en este momento, especialmente con la producción de hidrógeno a partir de energía solar y eólica a través de la electrólisis. Los precios todavía no están. Es necesario que ocurra cierta reducción de costos, pero estamos invirtiendo mucho en Estados Unidos, tenemos US$8000 millones para construir centros de hidrógeno en todo el país, tenemos incentivos fiscales para impulsar ese mercado y cuanto más lo hagamos a escala, eso reducirá los costos. El hidrógeno ofrece una opción particularmente atractiva para los sectores más difíciles de descarbonizar y creo que los europeos y otros países pagarán una prima por un combustible que no tiene el perfil de emisiones, ya que todos estamos tratando de reducir nuestro perfil de emisiones en el futuro. Hay relativamente pocos países que tienen el potencial de las energías renovables y el potencial para ser grandes actores en el hidrógeno. La Argentina es uno de esos, pero no va a pasar simplemente, requerirá una gran cantidad de trabajo, entornos regulatorios estables, una política macroeconómica más amplia y en buena forma. Pero el potencial de la Argentina para ser un gran jugador está ahí, es una de las razones de por qué estoy acá.
–En gas natural licuado (GNL), ¿podemos llegar a ser un jugador relevante?
–La Argentina ha sido bendecida con una gran cantidad de recursos, con gas, petróleo, energía solar, eólica, y hay muchas oportunidades en este momento para exportar ese gas natural. Lo que vimos con la invasión de Rusia es que Europa estaba increíblemente sedienta de gas natural. El precio del gas subió y nosotros aumentamos las exportaciones de GNL. Otros países de Asia también necesitan gas. Es imposible predecir con certeza si esta demanda se mantendrá, porque es un mercado muy dinámico. Pero la Argentina está bendecida con una amplia variedad de recursos naturales y, por supuesto, depende de ustedes decidir en cuál de ellos quieren invertir.
Embajada de Estados Unidos
–¿Qué cree que necesita la Argentina para que lleguen las inversiones?
–Esto es lo que estuve preguntando para educarme y comprender de todos los negocios con los que me reuní: qué se debe hacer desde la perspectiva empresarial, qué pueden hacer los gobiernos y qué pueden hacer los bancos multilaterales de desarrollo para trabajar todos juntos para promover este tipo de entorno, que no es fácil en ningún país. Todos tenemos trabajo que hacer. Hay políticas macroeconómicas más amplias, obviamente la inflación, la moneda, ya sabe, todo tipo de cosas que deben suceder para tener el tipo de certezas que las empresas necesitan para realizar inversiones, ya sea en gas natural, en litio o en una amplia variedad de tecnologías. Fue increíblemente revelador y educativo entender, apreciar y diagnosticar lo que hay que hacer. Mi esperanza es que exista la voluntad política. Brindar esa oportunidad depende del sistema político de la Argentina, el gobierno y la población.
Fuente: La Nación