El referente neuquino en la AIC, Elías Sapag, apuntó contra el Gobierno nacional de no querer resolver el futuro de las concesiones de las represas hidroeléctricas en el Comahue.

Hay tres complejos que vencen el 11 de agosto, pero tienen una prórroga que puede llegar hasta los 120 días.

Elías Sapag, representante por Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), criticó la pasividad del Gobierno nacional ante el futuro de las represas hidroeléctricas en los ríos Neuquén y Limay. Desde la decisión de prorrogar por 60 días las licencias, extensibles otros 60 días más, no hubo más novedades que involucren a las provincias.

El 11 de agosto vencen las concesiones de Alicurá (operada por la estadounidense AES), El Chocón-Arroyito (Enel) y Planicie Banderita-Cerros Colorados (Orazul Energy), en tanto que el 29 de diciembre le llega el vencimiento a Piedra del Águila (Central Puerto). Mientras se esperan deficiones sobre cómo serán los nuevos contratos, el Estado prometió una mesa de trabajo con Enarsa como veedor.

«Prorrogaron 60 días, para 60 días más. Y ya pasaron 30 días y ninguna noticia. Ni siquiera un temario o una reunión virtual», cuestionó Sapag en diálogo con Mejor de Tarde por AM550 La Primera. «Algo que haga posible un debate y ver si podemos ponernos de acuerdo para resolver esto», apuntó el referente en la AIC.

Para Sapag, lo ideal hubiera sido una prórroga de un año, tal como lo permiten los contratos celebrados en 1993, y esperar la transición política tanto en las provincias como en el Gobierno nacional. De esa forma, los gobernadores electos y el nuevo Presidente de la Nacíón, y su equipo económico, le hubieran dado forma a la nueva gestión de las represas.

«Sería lógico haberlo prorrogado por un año e ir viendo todo esto. Y para enero, cuando las autoridades se acomoden, tener las reuniones para que en agosto del año que viene tomar una decisión racional con los empresarios, con los trabajadores, con las provincias, con los órganos de control», explicó Sapag en el contacto con la radio.

En ese sentido, el referente en la AIC planteó que Enarsa, la empresa estatal de energía, no tiene conocimientos ni herramientas para hacerse cargo de las hidroeléctricas y tampoco puede ser veedor en las negociaciones. «Esto tiene que terminar en un acuerdo económico: nosotros vamos a cobrar el canon del uso del agua para la generación de energía eléctrica. Río Negro lo mismo. Y Nación va a cobrar la energía al precio que quiera y haga lo que quiera», dijo.

Fuente: Mejor Energía