Un operario de Atucha murió a partir de una explosión en la central nuclear
Juan Salazar recibió una descarga eléctrica que le había dejado el 90% del cuerpo quemado. Los gremios lanzaron un paro.
Un trabajador del Complejo Nuclear Atucha murió después de una explosión por la que terminó con el 90% del cuerpo quemado a partir de una fuerte descarga eléctrica en una zona donde no debería haber energía. La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) y otros gremios llamaron a un paro, mientras que la Central decretó asueto el viernes y emitió un comunicado este sábado.
Juan José Salazar, de 30 años y desde hace seis meses trabajador de planta permanente de Atucha, murió el jueves producto de las quemaduras en su cuerpo. Padre de dos hijos, Salazar era de San Nicolás, Provincia de Buenos Aires. Primero estuvo internado en el Hospital Zonal Virgen de Carmen de Zárate y después fue trasladado a un centro de mayor complejidad en la Ciudad de Buenos Aires.
«Le tocó trabajar en las celdas de media tensión y hubo una serie de errores humanos en cuanto a la seguridad e ingresó en una celda que no debería haber sido abierta y menos manipulada», remarcó señaló Fernando «Perico» Pérez, secretario general de la seccional ATE Zárate, en declaraciones a Canal Abierto.
«Tenía que aspirar el polvillo para después entrar a hacer ajustes de mantenimiento preventivo, pero cuando arrimó la aspiradora, saltó el arco, se ionizó y se produjo una explosión que le incendió todo el cuerpo», agregó Pérez.
A su vez, Rodolfo Kempf, investigador del Departamento de Combustibles Nucleares y referente en transición energética de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) dialogó con Barricada TV sobre la muerte de Salazar: «La Central estaba en parada, que es una etapa de mantenimiento, y el lugar al que accedió Juan José Salazar no tenía porque estar energizado y es lo que se está investigando».
Según informó ATE, Además de Salazar, se encontraban dos trabajadores y una trabajadora que sufrieron quemaduras leves y están siendo tratados psicológicamente.
«Un sistema de seguridad que no prevea los posibles errores humanos, teniendo en cuenta que los seres humanos siempre nos equivocamos en algún momento, claramente no es un sistema de seguridad sustentable, ni seguro», dijo Orestes «Beto» Galeano, integrante del Consejo Directivo Nacional de ATE.
«Esta es una vieja disputa ideológica en el campo de la salud y seguridad, entre quienes creemos que la seguridad debe estar enmarcada en un sistema, que además se revise periódicamente con participación de los trabajadores y, enfrente, tenemos a aquellos profesionales que siguen haciendo higiene y seguridad como en la época de la revolución industrial, donde lo importante era cuidar los bienes de la patronal y no la salud y la vida de trabajadores y trabajadoras», agregó Galeano.
A partir de la muerte de Salazar, ATE Zárate, Luz y Fuerza Paraná, la UOCRA, y APUAYE se encuentran de paro y en estado de asamblea permanente.
Conmoción por la muerte de un trabajador en ATUCHA
Por su parte, en la página web de la empresa Nucleoeléctrica Argentina, a cargo de la operación de las tres centrales nucleares en funcionamiento en el país, Atucha I, Atucha II y Embalse, no había información de la muerte de Juan José Salazar.
El comunicado oficial de Atucha por la muerte del trabajador
«Un trabajador de la empresa falleció el jueves 8 de septiembre tras un accidente ocurrido en el marco de las tareas de mantenimiento realizadas durante la parada programada de la Unidad I de la Central Nuclear Atucha», arranca el comunicado de Nucleoeléctrica Argentina.
«Juan José Zalazar de 37 años y oriundo de la ciudad de San Nicolás, sufrió un choque eléctrico que le causó quemaduras en gran parte del cuerpo. Fue derivado de inmediato al Hospital Virgen del Carmen de Zárate, donde fue internado en terapia intensiva», señalan desde la empresa estatal.
«El accidente tuvo lugar en la zona eléctrica convencional de la central. No se registraron explosiones ni riesgos radiológicos de ningún tipo. Las causas del mismo están aún bajo investigación», remarcan.
«Con profundo pesar, desde Nucleoeléctrica Argentina extendemos nuestras más profundas condolencias a su familia y acompañamos a sus compañeros y amigos en este difícil momento», concluyeron desde la firma.
El gobierno anunciaba el final de las obras
Hace 10 días, el gobierno anunciaba que la empresa Nucleoeléctrica Argentina concluía la obra del almacenamiento en seco de elementos combustibles gastados en la central nuclear Atucha I, con una inversión que demandó $6.000 millones y generó empleo de calidad para más de 200 trabajadores.
Se trató de un «proyecto de ingeniería clave para la continuidad de operación de esta instalación que genera energía eléctrica para un millón de personas», informó la compañía en un comunicado.
La empresa señaló que la nueva instalación funcionará como espacio de almacenamiento para los elementos combustibles de uranio ya utilizados por la Central en el proceso de generación de energía.
La concreción de este desafío «marca un nuevo hito para la empresa y consolida su capacidad para llevar adelante proyectos complejos de ingeniería, tal como hiciera en el pasado con la finalización de la Central Nuclear Atucha II y la extensión de vida de la Central Nuclear Embalse».
Los trabajos se completaron a partir de la necesidad de aumentar la capacidad de almacenamiento de elementos combustibles gastados de la Central Nuclear Atucha I, que actualmente se encuentra desarrollando tareas de extensión de su vida útil.
En este nuevo edificio se instalaron 316 silos ubicados por debajo del nivel 0,50 metros, lo que permite albergar 2.844 elementos combustibles.
La Central Nuclear Atucha I comenzó su operación en 1974, y cuenta con una potencia eléctrica bruta de 362 megavatios eléctricos. Todos sus sistemas de seguridad fueron actualizados y cumplen con las exigencias locales e internacionales, informó Nucleoeléctrica Argentina.
Fuente: Clarín