Jair Bolsonaro tenía cuentas pendientes con el sector financiero tras haberles prometido la desestatización de la mayor eléctrica de América Latina. La Cámara de Diputados dio media sanción al proyecto tras el resultado de 313 votos a 166. El mismo está incluido en  un paquete que contempla también la privatización de Correios, la mayor empresa postal de la región.

Se trata de uno de los proyectos más ambiciosos del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro para mantener a parte de su electorado liberal y el respaldo del mercado financiero a su gestión.

La Cámara baja envió en la noche del miércoles al Senado el proyecto, que es un decreto provisorio firmado por Bolsonaro y que tiene fecha de vencimiento para ser aprobado el 22 de junio.El proyecto no incluye a Eletronuclear y a la central hidroeléctrica binacional brasileño-paraguaya de Itaipú, la segunda mayor del mundo después de Tres Gargantas, de China.

Según la oposición, se trata de una venta del patrimonio público tan importante como la privatización de la gigante minera Vale do Rio Doce en 1997, en el gobierno de Fernando Henrique Cardoso.

Eletrobras tiene 48 centrales hidroeléctricas, 62 eólicas, 12 termoeléctricas, dos termonucleares y una solar, además de 70.000 kilómetros de líneas de transmisión. En Brasil, la distribución por estados fue privatizada en los años noventa. De acuerdo con el proyecto, el estado federal debe reducir su participación actual de 60% del paquete accionario al 45%, y el aumento del capital social será por medio de oferta pública de acciones para que cada accionista no pueda tener más del 10%. Igualmente el Gobierno federal de Brasil tendrá la llamada “acción de oro” que dará poder de veto en el directorio.

El gobierno defendió la privatización y el plan ambiental y de empleos ante la crisis hídrica que sufre Brasil este año, la más grave de los últimos 20 años, que activa de inmediato las centrales térmicas y genera aumentos en las tarifas.

La Asociación de Grandes Consumidores y Consumidores Libres de Energía (Abrace por sus siglas en portugues), estima que la tarifa de la factura eléctrica puede aumentar hasta un 10% para los consumidores en general y un 20% para el sector productivo.

Elmar Nascimento fue el miembro informante del proyecto, del partido oficialista Demócratas. Afirmó que el texto recibió más de 500 modificaciones y que preserva derechos de los trabajadores ya que los empleados de Eletrobras serán despedidos y podrán ser enviados a otras empresas del estado. Agregó que los empleados podrán comprar acciones de Eletrobras con parte de la indemnización en caso de despido.

Gleisi Hoffman, diputada y presidenta del opositor PT, advirtió viendo el panorama y la intención de voto del pueblo brasileño que en caso de llegar al Gobierno nuevamente la izquierda, habrá una reestatización de la empresa.

Segun Lula da Silva, líder opositor y favorito en las encuestas para las presidenciales del año próximo, «Está en marcha un crimen más contra el pueblo brasileño y el futuro de Brasil con la venta de Eletrobras, a la que Bolsonaro quiere vender a precio de banana, poniendo riesgo la seguridad energética de Brasil». Quizá el proyecto teniendo en cuenta la adhesión que siempre el ex presidente tuvo en aquel país el proyecto sea una especie de “mojada de oreja” para que el gobierno más orientado a políticas de izquierda deba hacer todo para que la empresa vuelva a manos del estado