El Gobierno no autorizó las subas de tarifas que pieron Edenor y Edesur
Walter Martello, interventor del Ente Regulador de la Electricidad (ENRE) señaló que ambas distribuidoras van a obtener la tarifa que los usuarios puedan pagar.
Luego de la audiencia pública realizada ayer en pos de la adecuación tarifaria del servicio de distribución de energía eléctrica, que fue organizada por el ENRE y de la que participó Edesur como prestadora del servicio en 12 comunas de la Capital Federal y 12 partidos del sur del Gran Buenos Aires.
Edenor también pidió una suba en las tarifas que permita costear lo operativo en el curso de este año, aunque no dieron precisiones sobre los porcentajes de aumento en las facturas.
Los representantes de Edenor, Federico Méndez, y de Edesur, Jorge Lemos, expusieron sus propuestas en la audiencia pública virtual convocada por el ENRE para analizar una “adecuación transitoria de tarifas de distribución de energía eléctrica”.
Lemos, al cierre de su presentación dijo “A quienes se preguntan ¿por qué seguimos si el negocio no funciona? Muy simple, somos muy responsables y tenemos mucha vocación de servicio”.
Méndez, por su parte, señaló que si se aplican los ajustes tarifarios solicitados «el 80% de los usuarios residenciales» del área de cobertura de la compañía pasará a pagar una factura promedio de $ 2.757 mensuales; nivel necesario para hacer frente a un déficit operativo que, de no mediar incrementos, llegaría en todo el año a $ 205.760 millones a respuesta del ENRE.
«A las empresas distribuidoras le repetimos que no van a obtener la tarifa que piden: van a obtener la tarifa que los usuarios puedan pagar en el actual contexto económico y social y que contribuya a la disminución del índice inflacionario. El ordenamiento tarifario no puede ir por un carril diferente que los demás precios», dijo Martello.
Y agregó: “La economía real, en que las tarifas sean asequibles para los usuarios. Y que abonar el servicio no implique un esfuerzo excesivo, que las familias no deban resignar consumos básicos para pagar esas tarifas».
«Creemos que es extravagante pretender tarifas del primer mundo ofreciendo un servicio del tercer mundo. Resulta bizarro no poder gestionar y hacer funcionar un negocio sobre un mercado no competitivo, con usuarios cautivos y sin la opción de optar por un servicio alternativo», aseveró para concluir el funcionario del ente.