La derecha en Suecia anunció el fin de la prohibición de la extracción de uranio y apoyó fervientemente la energía nuclear
El gobierno de Kristersson previó el fin de la ineficaz legislación parlamentaria que hasta ahora ha impedido el desarrollo de la energía nuclear en Suecia. Se podrían construir hasta 10 reactores nucleares en los próximos 20 años debido a la histórica laxitud regulatoria.
A raíz de la crisis energética alemana, Suecia toma la decisión de apostar por las energías limpias sin adherirse a ningún fundamentalismo medioambiental. El gobierno de Ulf Kristersson dijo que la nación pondrá fin a su prohibición de larga data sobre la extracción de uranio, que es un requisito previo para el desarrollo de la energía nuclear en la nación.
Este cambio histórico en la política legislativa sueca refleja el proceso regulatorio que ha estado vigente desde la década de 1980, cuando las administraciones posteriores adoptaron una posición contraria a la energía nuclear a pesar de ser una fuente de energía limpia.
El gobierno socialdemócrata de Stefan Lofven estableció la moratoria que prohibía la extracción de uranio a mediados de 2018. Próximamente será levantada después de presentarse ante el Parlamento para una votación en la que el gobierno afirma haber obtenido el apoyo necesario.
Se podrían construir hasta 10 reactores nucleares de aquí al año 2045 gracias a la mayor liberalización de la actividad minera, gracias a una importante inversión del sector privado. La empresa australiana Aura Energy y la canadiense District Metals ya han manifestado su intención de invertir inmediatamente en el crecimiento de este nuevo mercado en Suecia.
De esta manera, el país espera cumplir sus compromisos sin tener que imponer regulaciones más onerosas o, en su defecto, costosos subsidios a alternativas de energía renovables menos productivas.
Se trata de un cambio significativo en la estructura energética del país que, de acuerdo con las proyecciones del gobierno, permitirá al país llegar a un punto en el que pueda compensar casi por completo su impacto ambiental duplicando la producción de energía eléctrica en los próximos 20 años.
El mayor suministro de energía también permitirá reducciones de precios por encima de las tarifas residenciales del mercado minoritario. Esto es muy importante para los países escandinavos, ya que sus costes de distribución de energía son significativamente más altos que los de otros países europeos debido a las condiciones climáticas adversas que son exclusivas del norte de Europa.
“Para que nuestro sistema de energía limpia funcione, una gran parte de esto tiene que ser despachable donde la energía nuclear es la única opción no fósil. La energía nuclear también tiene una huella ambiental reducida y requiere recursos limitados en comparación con la mayoría de las fuentes de energía”, dijo la ministra de Ambiente Romina Pourmokhtari.
Dado que el país contiene hasta el 80% de los depósitos naturales de uranio de la región, la derecha sueca también podrá crear un nuevo mercado dentro de la Unión Europea. Esto presenta una importante oportunidad para reducir la dependencia comercial de Rusia de la importación de combustibles.