La patronal francesa, a favor de desarrollar de las interconexiones eléctricas con España
La UE fijó las interconexiones eléctricas del 10% de la capacidad instalada para 2020.
El presidente de la patronal francesa Medef, Patrick Martin, considera “esencial” el desarrollo de las interconexiones eléctricas con España para poder hacer intercambios de corriente en uno y otro sentido en función de la disponibilidad de producción y de la demanda en uno y otro país.
“Nosotros evidentemente estamos en favor del desarrollo de interconexiones que permitan flujos en los dos sentidos”, subrayó Martin en una entrevista a EFE justo antes del cuarto Foro Económico entre el Movimiento de Empresas de Francia (Medef) y la CEOE que se celebra este martes en Madrid.
Se trata -dijo- de que Francia pueda exportar cuando tenga excedentes de sus centrales nucleares (que suponen alrededor del 70% de la electricidad generada por el país) y de que España pueda hacer lo mismo cuando la producción de renovables supere la demanda interna.
La integración y la consolidación de los redes de transporte de energía entre los dos países es el tema de una de las mesas redondas de este foro, en la que participan responsables ejecutivos de Redeia, Enagás, Engie y Air Liquide.
Las interconexiones eléctricas
El pasado mes de octubre comenzaron las obras de construcción de una nueva interconexión eléctrica submarina entre España y Francia por el golfo de Vizcaya, con la que se duplicarán las capacidades actuales de intercambio de electricidad entre España y Francia hasta 5.000 megavatios, lo que representa aproximadamente el 5% de la capacidad de generación instalada en España.
Es decir, que las interconexiones eléctricas entre los dos países seguirán muy por debajo de los objetivos que se había fijado la UE, que debían ser del 10% de la capacidad instalada para 2020 y subir al 15% para 2030.
España intenta presionar desde hace años a los diferentes gobiernos franceses, hasta ahora con poco éxito, para incrementar de forma significativa esas capacidades, que limitan las capacidades de intercambio de la península ibérica con el resto de Europa.
El jefe de los patronos franceses felicitó a la presidencia española de la UE por “su capacidad para hacer avanzar la reforma del mercado europeo de la electricidad” y se mostró esperanzado en que se pueda cerrar antes de finales de año.
También señaló su satisfacción porque el principio de acuerdo alcanzado en octubre por los ministros de la UE permite asentar la apuesta de Francia por la energía nuclear, considerada como una energía de transición.
Martin insistió en que, con vistas a la descarbonización de la economía europea, “necesitaremos electricidad de forma masiva” y la nuclear es una opción que no sólo apoya Francia, sino que hay una docena de Estados comunitarios pronucleares y hay algunos como Italia que habían renunciado a esa tecnología que ahora se plantean recurrir.
España y Francia
Sin querer pronunciarse sobre la política española de cierre progresivo de las centrales nucleares todavía en funcionamiento, señaló que los patronos alemanes -país que también abandona la energía nuclear por decisión gubernamental- “no son para nada antinucleares” y “en cierta manera lamentan la decisión un poco precipitada de renunciar a la energía nuclear”.
El presidente del Medef evitó emitir un juicio sobre el nuevo Gobierno español y se limitó a señalar que lo que quiere, como en Francia, como en Alemania o como en cualquier otro país de la UE, es que haya “estabilidad” y “visibilidad política”, que es lo que necesita el mundo de los negocios.
Insistió en que no hay “puntos de fricción” en la relación económica entre los dos países, así como en la convergencia de puntos de vista con la CEOE, en particular en sus demandas hacia la UE, hacia la Comisión Europea y hacia el Parlamento Europeo para que “tengan en cuenta un entorno económico mundial” con una competición cada vez más intensa y “grandes riesgos de fragmentación”.
Martin se quejó de la profusión de textos europeos y detalló que en los cinco últimos años ha habido 850 que afectan a las empresas, lo que es “muy desestabilizante” y genera incertidumbre.
Sobre la reglamentación medioambiental en particular, afirmó que están en favor de la estrategia de descarbonización y del objetivo de cero emisiones netas para 2050, que “crea oportunidades”, pero al mismo tiempo piden a la UE que se adopte el principio de la neutralidad tecnológica para que sea la industria europea la que se adapte a las metas finales, sin perder competitividad.
Fuente: El Periodíco de la Energía