Los principales referentes de la Sección Latinoamericana de la Nuclear American Society se reúnen en Buenos Aires
Durante toda la semana, en el Palacio Balcarce habrá conferencias, mesas redondas y presentaciones de trabajos referidas a las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear y su contribución para mejorar el estándar de vida de las sociedades. En especial, analizan su rol para mitigar el cambio climático.
Desde este martes, la Ciudad de Buenos Aires es la sede del simposio anual de la Latin American Section of the American Nuclear Society (Sección Latinoamericana de la Asociación Americana Nuclear – LAS/ANS). Durante el evento, que se extenderá hasta el viernes, se realizarán conferencias, mesas redondas y presentaciones de trabajos relacionados con las aplicaciones pacíficas de la energía nuclear, sobre todo aquellas destinadas a mitigar el cambio climático. En la jornada inaugural, una de las disertantes fue la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis.
El encuentro es organizado por la Asociación Argentina de Tecnología Nuclear (AATN), cuyo presidente es el doctor Jaime Pahissa Campá, investigador emérito de la CNEA. Este año se enfoca en “Expansión nuclear en Latinoamérica: su contribución para la mejora del estándar de vida de las sociedades”.
Especialistas de la Argentina y Latinoamérica exponen acerca de programas de energía nuclear, centrales nucleares, reactores modulares pequeños, ciclo de combustibles, cogeneración, centros de investigación nuclear y reactores de investigación. Las reuniones se realizan en el Salón San Martín del Palacio Balcarce (Centro de Oficiales de las Fuerzas Armadas), en la Ciudad de Buenos Aires.
En la apertura se proyectó un video con palabras del director del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi, quien destacó que este simposio es “una valiosa oportunidad para debatir la creciente contribución de la ciencia y tecnología nucleares a la sociedad”. “El alcance de lo que podemos hacer con las aplicaciones y técnicas nucleares es asombroso”, agregó. Como ejemplos, puso la esterilización de mosquitos o de las moscas de la fruta con radiación para controlar su población. También citó el uso de la hidrología isotópica para analizar recursos hídricos en el corredor seco de Centroamérica.
“De especial relevancia considero nuestros esfuerzos en la lucha contra el cáncer –subrayó Grossi-. A través de la iniciativa Rayos de Esperanza, el OIEA trabaja para aumentar el acceso a los servicios de radioterapia en toda la región. La ciencia nuclear ayuda a las personas y al mismo tiempo protege ecosistemas frágiles y refuerza las economías”.
Por otra parte, se refirió al rol de la energía nuclear como fuente de energía baja en emisiones de carbono para mitigar el cambio climático. En este sentido, afirmó que la OIEA apoya la operación a largo plazo de las siete centrales nucleares existentes en América Latina, tres de las cuales están en la Argentina. También habló específicamente sobre los reactores modulares pequeños o SMR como el CAREM, el prototipo que construye la CNEA. “Estoy convencido de que los SMR ofrecerán una solución energética con bajas emisiones de carbono para redes pequeñas. También en los países en desarrollo y, por qué no, en América Latina y en las Américas”, sostuvo.
En el primer día del simposio también habló la presidenta de la CNEA, Adriana Serquis, quien explicó que la Comisión hace 73 años que “está a cargo del desarrollo e innovación de la energía nuclear y sus aplicaciones, siempre con fines pacíficos”. Detalló que esto incluye desde sostener el ciclo de combustible y desarrollos de ciencia e investigación aplicada, hasta la irradiación de alimentos y de insectos o la capacitación del capital humano.
Después de enumerar las actividades que se realizan en los centros atómicos Bariloche, Constituyentes y Ezeiza, Serquis se enfocó en las grandes iniciativas de la CNEA. Una de ellas es el reactor modular pequeño CAREM 25, uno de los 70 proyectos de SMR en marcha en el mundo. “El CAREM tiene un 62% de progreso total. Fue calificado por la Agencia de Energía Nuclear (NEA) como uno de los seis proyectos más importantes de este tipo”, afirmó. Y explicó que hasta el 70% de los componentes de este reactor podrán ser fabricados por la industria nacional.
El otro proyecto al que se refirió Serquis es el reactor multipropósito RA-10, que se construye en el Centro Atómico Ezeiza. “Servirá para cubrir la demanda de radioisótopos del país y de la región. También para testear combustibles para las plantas de potencia y para proveer haces de neutrones para investigación y distintas aplicaciones. El RA-10 tiene un 80% de avance, pero la obra civil ya está terminada en un 99%”, indicó la presidenta de la CNEA.
También dio detalles sobre el plan para abrir una planta de producción de dióxido de uranio con capacidad para fabricar 230 toneladas anuales, así como sobre la reapertura de la Planta Industrial de Agua Pesada. Además, habló sobre los avances del Plan Nacional de Medicina Nuclear y, en particular, sobre el Centro Argentino de Protonterapia que se levanta frente al hospital Roffo, en Nazca y San Martín. “Tiene un 75% de avance y calculamos que estará operativo hacia 2024”, precisó sobre este centro que será el primero de América Latina en brindar un avanzado tipo de radioterapia contra el cáncer.
Serquis cerró su disertación hablando sobre los tres institutos educativos de la CNEA, el Balseiro, el Sabato y el Beninson, que es donde se forman los recursos humanos que le dan vida a los distintos proyectos.
A continuación, también hicieron presentaciones Francisco Rondinelli, titular de la Comisión Nacional de Energía Atómica de Brasil (CNEN); Alejandro Núñez Carrera, presidente de la Comisión Nacional De Seguridad Nuclear Y Salvaguardias (CNSNS) de México; Hortensia Jiménez, titular de la Agencia Boliviana de Energía Nuclear, y Luis Huerta, dirección de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (CChEN). Algunos de ellos se dirigieron al público vía Zoom, ya que el simposio se realiza con un formato híbrido online-presencial.
Las reuniones continuarán durante el miércoles y el jueves. El encuentro culminará este viernes, con una visita al RA-10 en el Centro Atómico Ezeiza de la CNEA.
La Sección Latinoamericana de la American Nuclear Society fue creada el 14 de abril de 1975 y tiene su sede principal en Río de Janeiro, Brasil. Su objetivo es representar los intereses de los profesionales nucleares de América Latina. Reúne a las comunidades nucleares de la región, desde México hasta la Argentina, incluyendo países de Centroamérica, Sudamérica y el Caribe.