Los subsidios a la energía rozaron los 9.000 millones de dólares en agosto
Las transferencias del Estado para cubrir gastos corrientes mantienen su acelerado ritmo. El grueso se utilizó para subvencionar la energía eléctrica y la importación de gas.
En línea con las proyecciones que se realizaron a principio de año, los subsidios a la energía continuaron su acelerado ritmo y en agosto rozaron los 9.000 millones de dólares, en el acumulado desde enero. La mayor porción se repartió entre las transferencias que hizo el Estado para cubrir los costos de generación eléctrica y de importación de gas.
Si bien el invierno calendario no terminó, la buena noticia es que la temporada de mayor frío ya pasó y con ello también las necesidades de importar nuevos cargamentos de Gas Natural Licuado (GNL). Esto permite anticipar que los gastos del Estado se reducirán los próximos meses, aunque se estima que el 2022 será uno de los años récord en términos de transferencias de Estado para cubrir gatos corrientes.
Antes de avanzar en el análisis, vale señalar que los datos oficiales correspondientes a los meses de julio y agosto aún son preliminares, con lo cual, es probable que el acumulado de los primeros ocho meses del año será aún superior. Ahora sí.
Acorde a los datos extraídos de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP), del Presupuesto Abierto, y de una recopilación de la consultora Economía y Energía (E&E), los subsidios a la energía entre enero y agosto de este año fueron de 8.910 millones de dólares.
Son 2.500 millones de dólares destinó el Estado en subsidios al sector durante junio. Fue el mes de mayores gastos.
Junio fue el mes más gravoso para las ajustadas cuentas del Estado, por las compras de GNL, y el que aceleró los gastos totales, ya que se destinaron un total de 2.500 millones de dólares en el mes de 30 días. En otras palabras, se destinó casi lo que se usa en dos meses.
Los registros preliminares marcan que en julio y agosto las transferencias fueron por 605 y 950 millones de dólares, aunque es probable que se ajusten hacia arriba.
A dónde fueron los subsidios del Estado
De los casi 9.000 millones de dólares que utilizó el Estado en subvenciones, el 66% fue para la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa). Esto implica que cerca de 5.850 millones de dólares se usaron para subsidiar lo que pagan los usuarios de energía eléctrica.
El 66% del total de los subsidios fueron para Cammesa para cubrir parte de la factura de luz.
Si se hace una comparación interanual, se ve que en el mismo período del año pasado el Estado usó 4.290 millones de dólares, unos 1.560 millones menos que este año.
Este alarmante nivel de subsidios es el que intenta contener el gobierno nacional a través de la segmentación de tarifas, aunque su plena aplicación solo permitirá frenar el incremento más que disminuirlo.
Como ya marcamos, el otro grueso de las trasferencias fue para la firma estatal Energía Argentina (Enarsa, exIeasa) y totalizaron un 28% del total. En detalle se le transfirieron unos 2.528 millones de dólares, lo que marca un salto interanual del 21%.
Son 4.290 millones de dólares usó el Estado entre enero y agosto del año pasado en subsidios a Cammesa, unos 1.560 millones menos que este año.
La salvedad que debe hacerse aquí es que las millonarias transferencias que se hicieron a Enarsa para la compra de GNL, no está directamente relacionado con mayores volúmenes importados, sino a los abultados precios de mercado que se dispararon tras la invasión de Rusia a Ucrania.
Por otra parte, hay un 4% que destinó en otras compras, principalmente las de Gas Licuado de Petróleo (GLP), que representó cerca de 341 millones de dólares.
En menor escala, para cubrir los gastos del programa estímulo a la producción de gas, el gobierno utilizó apenas un 2% de los subsidios entre enero y agosto, que fue de 195 millones de dólares. Este dato permite contrastar la sangría que le significa al Estado la importación de gas, mientras que fomentar la producción local, además de sumar la oferta, genera un movimiento económico de mayor impacto.
De nuevo, números que el gobierno tiene sobre la mesa y que justifican la ampliación de la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta hacia los centros de mayor consumo del país.
Fuente: Rio Negro