Medio ambiente: el curioso «árbol líquido» para oxigenar la ciudad
Es un biorreactor urbano que purifica el aire usando algas. Ya funciona en las calles de Belgrado, Serbia.
Es rectangular, de vidrio. Se podría confundir con un cartel publicitario. Pero está lejos de serlo. En Belgrado, la capital de Serbia, están de estreno, la ciudad tiene un nuevo aporte para el cuidado del medio ambiente: un «árbol líquido». Se trata de un biorreactor que utiliza algas para purificar el aire.
La pandemia de covid exacerbó las presiones de deforestación y aumentó la urgencia de tomar medidas para apoyar la ordenación forestal sostenible. Este acuario de cristal está relleno de 600 litros de agua y microalgas que capturan el dióxido de carbono y las partículas en suspensión y emiten oxígeno.
“La idea fue vincular la biología y el diseño, que el fotobiorreactor tenga una aplicación urbana“, explica Ivan Spasojevic, doctor en biofísica en el Instituto de Investigaciones Multidisciplinarias de Belgrado y co-creador del proyecto.
El «Liquid3» no busca reemplazar a los árboles sin que fue diseñado en el país para espacios donde no es posible plantarlos.
¿Cómo funciona el «árbol líquido»?
Este acuario de cristal está relleno de 600 litros de agua y microalgas que capturan el dióxido de carbono y las partículas en suspensión y emiten oxígeno. Así colaboran con el cuidado del medioambiente.
Este acuario de cristal está relleno de 600 litros de agua y microalgas que capturan el dióxido de carbono y las partículas en suspensión y emiten oxígeno. Así colaboran con el cuidado del medioambiente.
Las microalgas que están dentro de esta gran pecera hacen el proceso de fotosíntesis y fijan el dióxido de carbono, tal como los árboles. Pero son aún más eficientes: según expertos consiguen fijar el CO2 de 10 a 50 veces más. Cada «árbol líquido» equivale a 200 metros cuadrados de césped.
El objetivo de estos árboles no es sustituir los reales sino usar el sistema para llenar los espacios urbanos donde no hay lugar para plantar árboles donde los segundos no logran sobrevivir por las condiciones de contaminación del entorno.
El sistema no requiere un mantenimiento especial, alcanza con retirar la biomasa creada por la división de las algas, que después puede usarse como fertilizante.
Tras un un mes y medio de uso, se vierte nueva agua con minerales. Así las algas siguen creciendo indefinidamente.
El “árbol líquido” se auto alimenta de energía solar durante los períodos de más radiación. También se conecta a la red eléctrica durante el invierno;cumple otras funciones sustentables con el medioambiente: puede contar con asientos y enchufes para cargar celulares.
También cumple otras funciones: puede contar con asientos y enchufes para cargar celulares. Cada uno cuesta unos 3.000 euros.
Según Spasojevic, una vez que se haya probado cómo funciona este primer aparato, la idea es instalarlo en otras ciudades. En este sentido, la empresa que los fabrica puede producir 40 unidades al año, aunque su plan es ir aumentando esa capacidad.
El concepto de estos combina dos tecnologías: la de grandes los sistemas de fotobiorreactores que se usan en el procesamiento de gases industriales y otra de modelos compactos que sirven para producir microalgas y productos específicos a nivel comercial. Es decir que combinan el sector energético con el agrícola.
Además el proyecto ayuda a promover la importancia de las tecnologías innovadoras y las fuentes de energía renovables para la sostenibilidad del medioambiente en las comunidades urbanas.