El mercado de los vehículos eléctricos gana terreno en Argentina y en ese sentido se proyecta que se generen nuevas Estaciones de Carga a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.

La firma italiana adelantó su objetivo de alcanzar los cincuenta cargadores operativos en diferentes puntos del país para el próximo año. Ya cuenta con diecinueve cargadores instalados y es una de las empresas que apuesta fuerte para modificar la infraestructura de carga. Buscara llegar a las 50 en el año próximo.

El responsable del modelo de negocios de e-mobility en la compañía, Francisco Casella lo confirmó: “Cada uno de esos cargadores, aunque depende de la configuración, cuestan entre los 2000 y 5000 dólares, más la mano de obra, entre otras cuestiones. Y si se hace un promedio de USD 5000 por cada punto, se estaría en una inversión aproximada de USD 250.000”.

El objetivo está en las capitales provinciales, particularmente en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y Gran Buenos Aires (GBA), considerando que ya poseen puntos en Tucumán, Mendoza, San Luis, Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe y Bs. As., entre otros sitios.

Además, Scame Parre S.A. también adquirió Magnum Cap, una empresa portuguesa, como parte de la estrategia y busca ampliar más su portafolio de infraestructura eléctrica, en este caso con el modelo de corriente continua, donde la carga demoraría menor tiempo. “Estamos en proceso de integrarlo en nuestra oferta y, a mediados del año que viene, estaríamos en condiciones de poder presentarlos en Argentina”, dijo Casella.

Según el Ente Regulador de los Servicios Públicos (ERSEP), del gobierno de Córdoba, el cargar un auto eléctrico en Argentina cuesta la novena parte del dinero que demanda un auto naftero para recorrer la misma cantidad de kilómetros.

Casella para cerrar dijo que “tiene que haber incentivos desde el lado del gobierno, tanto en la oferta, como en la demanda y el uso”, así como la importancia de “establecer puntos estratégicos”.