Suárez analiza incluir al sector privado para financiar El Baqueano
La presa El Baqueano es un largo anhelo de Mendoza: la obra formaba parte de la planificación del sistema de diques del río Diamante.
El Gobernador manifestó que a partir del acuerdo con la Nación se abre la posibilidad de mantener los fondos “intactos” de Portezuelo del Viento para otras obras.
El gobernador Rodolfo Suárez comentó este lunes que la obra hidroeléctrica El Baqueano, proyectada en el Río Diamante de San Rafael con un costo de U$S 556 millones, podría convertirse en un proyecto público-privado que permitiría resguardar los fondos de Portezuelo del Viento.
El mandatario comentó que el acuerdo firmado con la Nación incluye el futuro pago de la energía que genere el complejo El Baqueano. “Cuando nosotros generemos los megas de energía, Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico) los va a comprar y va a pagar parte del valor de la energía y parte de la obra durante un periodo de 15 años. Esto es importantísimo”, sostuvo este lunes en diálogo con Radio Mitre Mendoza.
“Esta posibilidad de recuperar la inversión que tiene El Baqueano y los costos de energía, nos permite incorporar al sector privado para hacer esta obra”, aseguró el gobernador a renglón seguido.
Y dijo que “es una oportunidad de hacer una licitación internacional”, con lo cual le quedaría a la provincia “los fondos intactos de Portezuelo del Viento”, que son 1023 millones de dólares, para realizar más obras hidroeléctricas en la provincia.
Y explicó que cualquiera de esas empresas internacionales, al tener garantizada la tarifa en dólares, pueden hacer la inversión y después cobrar durante un periodo de tiempo. “Estamos trabajando en ese sentido con todo el equipo”, aseguró.
“Se abre una gran puerta con esto de El Baqueano, que pueda ser financiado por el sector privado. El futuro gobernador, en base a todos estudios que nosotros vamos a dejar, verá qué obras se van a priorizar en ese sentido”, completó el mandatario provincial.
Desde el Ministerio de Economía explicaron que el acuerdo con la Nación contempla el pago de 59 mil dólares por cada megavatio de energía generada al mes, durante quince años, pero aún debe ratificarse en un contrato.
De todas maneras, el procedimiento no impediría el llamado a licitación, con la condición de que el adjudicatario busque el financiamiento y se asocie posteriormente al Estado para el funcionamiento de la represa, por haber realizado los estudios pertinentes y conseguir el acuerdo de repago con la Nación. El llamado estaba proyectado para julio, pero podría modificarse con este escenario.
“El esquema podría ser como el de Potrerillos, pero es una posibilidad. Nada definido”, manifestaron con cautela voceros de la cartera que dirige Enrique Vaquié, aunque de acuerdo a las palabras de Suárez, el proyecto se asimila más a la fallida licitación de Los Blancos, sea por confusión o no.
El pasado 27 de abril el gobernador se reunió con Sergio Massa, titular de Economía, en Buenos Aires y rubricó un convenio ‘mediante el cual El Baqueano ingresó al Programa Nacional de Obras Hidroeléctricas. “Hemos logrado un contrato a 15 años con Cammesa, que garantiza 1.230 millones de dólares más para Mendoza”, dijo por entonces.
“Hemos dado un paso trascendental en materia energética y financiera para la Provincia, ya que con este convenio recuperaremos el costo de la obra y, además, podremos hacer nuevas inversiones en obras hidroeléctricas’’, manifestaba Suárez hace poco más de un mes.
También indicó que para darse una idea de la magnitud, 1.230 millones de dólares es más que lo que la Provincia tenía destinado a Portezuelo del Viento. “Este dinero -señaló- acelerará la transición que ya hemos comenzado en Mendoza hacia una matriz de energías limpias. Además, el convenio le da previsibilidad a los proyectos que ya cuentan con estudios avanzados por parte de Emesa”.
EL LOGRO DE POTRERILLOS Y EL FRACASO DE LOS BLANCOS
En cuanto a proyectos público-privados, Mendoza tiene entre los antecedentes cercanos la construcción del dique Potrerillos, que contó con gran parte de inversión de la Provincia, y el proyecto del dique Los Blancos, que estaba planteado con financiamiento 100% privado y nunca llegó a concretarse.
En 1998, la construcción del dique Potrerillos, de la Central Cacheuta y la ampliación de la central Álvarez Condarco demandaron aproximadamente 300 millones de dólares. Estos fueron costeados en un 63% por fondos provinciales y el 37% restante por las empresas José Cartellone Construcciones Civiles SA e Industrias Metalúrgicas Pescarmona SA, que integraron el Consorcio de Empresas Mendocinas Potrerillos SA (Cemppsa) junto a la Provincia.
La concesión se dio en diciembre de 1997, durante el gobierno de Arturo Lafalla, y constó de 25 años prorrogables por 3 periodos de más de 5 años cada uno para proyectar, construir, operar y transferir el Complejo Hidroeléctrico Potrerillos.
Por su parte, Cammesa es quien compra al consorcio la energía que se genera en las distintas centrales hidroeléctricas para ponerla a disposición en el mercado eléctrico.
En contraposición a Potrerillos, Los Blancos había sido preadjudicado en 2012 a la UTE conformada por José Cartellone Construcciones Civiles S.A. y por la Constructora OAS Ltda (Sucursal Argentina) de Brasil. El financiamiento se vio impedido porque los antiguos dueños de esta última empresa quedaron vinculados en el escándalo de corrupción del Lava Jato.
En julio del año pasado, Suárez recibió a representantes de ambas firmas, quienes pidieron reactivar el proyecto. Esto surgió a raíz de que el Grupo OAS fue comprado por un Fondo de Inversión Brasileño y le informaron que existía la posibilidad de aportar el financiamiento necesario para realizarla. Dada la complejidad del proyecto, el gobierno tomó con prudencia la noticia y se comprometió a revisar a fondo los detalles de la preadjudicación, pero no hubo ningún avance al respecto.
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A diferencia de El Baqueano, el proyecto Los Blancos incluía también los estudios y demás procedimientos que el emprendimiento ubicado en San Rafael ya cuenta por haber sido realizados por la provincia. No se trataba solamente de la construcción y su posterior funcionamiento. Esto también significó una traba para su concreción.
Fuente: Los Andes