Usina para el Desarrollo Energético: una apuesta a las necesidades del país a largo plazo
Se trata de un espacio de investigación, debate y «búsqueda de consensos estratégicos» para desarrollar un modelo energético sostenible a largo plazo. Lo conforman 51 distribuidoras eléctricas de todo el país.
A fines del año pasado se presentó la UDEA: Usina para el Desarrollo Energético Argentino. Se trata de un grupo de distribuidoras eléctricas convocadas con el propósito de investigar, debatir y buscar “consensos estratégicos” para desarrollar “un modelo energético sostenible”. En la actualidad, la conforman 51 empresas de todo el país que son miembros de la asociación de distribuidoras de energía eléctrica.
Según detallaron, los objetivos de la usina se relacionan con contribuir a la transformación del sector en el marco de la transición energética global. Para ello buscarán “impulsar un sistema energético sostenible, seguro y accesible para las personas basado en la innovación, la eficiencia y la inclusión, fomentando la colaboración entre los actores involucrados”, subrayaron.
A su vez, buscan promover el debate para propiciar políticas y normativas acordes a los desafíos que enfrenta la sociedad;”acompañar a las comunidades generando conciencia sobre la importancia de la energía como motor del desarrollo humano”, explicaron desde UDEA.
Estos objetivos van aparejados con “establecer una mirada de mediano y largo plazo. Los problemas del sector requieren un tiempo que excede los períodos de las administraciones gobierno”, indicó el coordinador general de UDEA, Juan Manuel Carassale en diálogo con Energía On.
“Entendemos que esa esas necesidades están muy asociadas a la inversión. Para que nuestro sistema supere las limitaciones actuales y pueda insertarse en esta transición energética aprovechando los recursos naturales en el país, en un marco que contempla la equidad y el acceso de todas las personas a la energía, es necesario un programa regulatorio de política energética”, subrayó Carassale.
En la actualidad, la usina está conformada por las empresas que forman parte de la Asociación de Distribuidores de Energía Eléctrica de la República Argentina (Adeera). “Tiene una vocación de ampliarse a todos los segmentos de la energía como otros productores y empresas en los servicios de transporte. También a otros ámbitos sociales e interesados en la energía como académicos y sindicales”, detalló.
Por el momento, la usina está trabajando en producir informes sectoriales mensuales sobre la energía eléctrica. El primero fue entregado en noviembre del 2022. Allí retoman la evolución y la participación de las demandas por regiones, la potencia total instalada y las emisiones por combustible, la estructura del mercado eléctrico mayorista, los costos de generación y abastecimiento y la evolución de la tarifa.
A su vez, según indicó el referente, ya están trabajando en la elaboración de lineamientos “para un programa regulatorio que sirva a estos objetivos”.
Al tratarse de un año electoral, “la próxima administración va a tener que encarar la energía como una cuestión central dentro de la organización del país. Así que estamos trabajando en la elaboración de los lineamientos para proponer con espíritu de consenso, en el sentido de que debería tratarse de políticas de Estado” para definir reglas estables en el sector, subrayó el referente.
A través de reuniones periódicas y con algunos trabajos bajo el brazo “de a poco estamos iniciando, pero tenemos mucha expectativa de ser útiles a la sociedad este año, partiendo desde el sector de distribución de energía pero con vocación de ser útiles a la sociedad. Vemos que la energía es un factor clave del desarrollo”, cerró.
Los desafíos a enfrentar que marca la Usina
Ante su reciente puesta en marcha, la Usina planteó numerosos desafíos en pos de la transformación del sector eléctrico. Entre ellos está la transición energética, que requiere el cambio de los sistemas de producción y consumo de energía como así también la incorporación de fuentes renovables. En esta línea, sumaron la eficiencia energética como un pilar de la transición.
El segundo desafío que indicaron desde la Usina son los cambios tecnológicos disruptivos. Estos incluyen: movilidad eléctrica, inserción generalizada de energías renovables, medición inteligente de la red bidireccional, almacenamiento, administración de la demanda, la generación distribuida y la electrificación de consumos residenciales e industriales.
El tercero aboga por impulsar el desarrollo energético del país a través de diferentes objetivos. Estos son: renovar y modernizar la infraestructura de distribución eléctrica; ampliar la capacidad de transporte; ampliar el parque de generación; incrementar la producción de gas; generar oportunidades de exportación y promover la eficiencia energética.
El último apunta a pensar políticas de largo plazo con “reglas e instituciones estables y consensos amplios”, marcaron. Para ello, indicaron que serán necesario espacios de diálogo y búsqueda de acuerdos sobre el futuro de la energía del país.
“Se trata de aspectos que requieren tiempo para su desarrollo y que por lo tanto tienen que plantearse, diseñarse e implementarse con una mirada que supere la coyuntura y la urgencia”, explicó el referente.
Fuente: Rio Negro