Carlos Boer, líder de UOCRA Bahía Blanca, analizó lo que se viene para la construcción en 2023.

El anuncio realizado hace unos días atrás por Pampa Energía implica mucho más que un nuevo parque eólico para Bahía Blanca y la región. Por sus dimensiones no sólo será la mayor inversión de la compañía para un proyecto de este tipo, sino que también se convertirá en el mayor complejo eólico del país.

Y su construcción demandará mucha mano de obra, la mayoría proveniente de la delegación local de la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina que conduce Carlos Boer.

Para que su gran tamaño pueda ser mejor dimensionado, quizás alcance con señalar que el nuevo parque local tendrá, aproximadamente, 67 aerogeneradores y demandará una inversión de más de 500 millones de dólares en la zona de Corti, a unos 20 kilómetros del centro de la ciudad, por la ruta 51.

“Obviamente que es una muy buena noticia, porque traerá muchas fuentes de trabajo. Cerramos 2022 con la gran mayoría de los afiliados trabajando y empezamos 2023 con perspectivas aún mejores con inversiones privadas y también obras públicas que vienen en marcha y otras que comenzarán en el corto plazo”, señaló Boer, secretario general de la UOCRA Bahía Blanca.

Y añadió: “La obra pública sigue avanzando, más allá de las dificultades que todos sabemos. Pero lo importante es que las tareas no se detienen”.

Una vez concretado, el nuevo parque eólico se convertirá en el quinto de Pampa Energía en el Sudeste bonaerense y le permitirá a la empresa duplicar su generación de energía eólica.

En tal sentido, la firma ya cuenta con los parques eólicos Mario Cebreiro (100 MW), ubicado a 18 kilómetros de Bahía Blanca por la ruta 51; Pampa Energía II (53 MW), emplazado junto al anterior; Pampa Energía III (53 MW), a 45 kilómetros de Bahía Blanca, por la ruta 3, en el distrito de Rosales; y Pampa Energía IV (81 MW), construido junto al anterior.

“Ya tenemos mucha gente con experiencia en este rubro. Los trabajos se dividen en dos partes: está la obra civil y posteriormente el montaje. La primera se hace con trabajadores altamente capacitados en Bahía y no requiere la contratación de empleados de otros lugares”.

En tanto, el montaje de los molinos es una cuestión problemática.

“Es un debate que se debe dar. El montaje no es más que torqueo. Es montar una torre de 110 metros y colocarle el motor y las aspas. No tiene demasiada ciencia, porque básicamente es apretar tuercas. El problema surge que, por una cuestión de garantía, para hacer esa labor están pidiendo una certificación internacional y hacerla le cuesta mucho dinero al trabajador, ya que ronda los 2 mil dólares”.

La propuesta de la UOCRA fue solicitar la certificación de su Fundación como capacitador.

“Incluso lo haríamos sin costo. Pero jamás nos han escuchado. Por ello, lo que hicimos fue firmar convenios con las distintas empresas para que paguen algunas anualmente. De esa forma, en estos 3 años ya tenemos un plantel de 20 personas certificadas, pero estos trabajos requieren más. Por lo tanto, los cupos se completan con gente foránea, la gran mayoría extranjeros. Nosotros decimos que esa fuente laboral tranquilamente podría ser local”.

El nuevo parque eólico será construido junto al Mario Cebreiro, a unos 20 kilómetros del centro de la ciudad, por la ruta provincial 51.

Debido a estos nuevos anuncios, muchas personas se acercaron a la sede gremial para ser tenidos en cuenta en estos emprendimientos.

“Tenemos una Bolsa de Trabajo. Viene gente con y sin experiencia. Nosotros aconsejamos que se especialicen, que eso les abrirá más puertas. Por ejemplo, no hay tantos maquinistas, soldadores, montadores o eléctricos. Y por esa razón, durante el año, desarrollamos varios cursos de capacitación”.

En este aspecto, Boer aclaró que el gremio no adjudica las labores en las obras.

“Las contrataciones las hace cada empresa. Nosotros luchamos por las fuentes de trabajo, por ejemplo haciendo acuerdos con las empresas para que contraten mano de obra local. Pero después elijen ellos a sus empleados”.

Fuente: La Nueva